Unity anunció recientemente nuevas políticas de tarifas relacionadas con la instalación de juegos, presentándolas como una medida para fomentar inversiones en su motor. No obstante, el CEO, John Riccitiello, no parece estar convencido de que esta decisión impulsará el valor de las acciones en bolsa de la empresa.
Conforme se informa, el ejecutivo vendió aproximadamente 2.000 acciones de la compañía el 6 de septiembre, poco antes del anuncio de la nueva política. Aunque esta acción generó un leve incremento en el valor de las acciones, el miércoles, las acciones experimentaron una devaluación superior al 7%.
También se destaca que, desde hace al menos un año, John Riccitiello ha estado desinvirtiendo gradualmente en Unity, sin realizar recompras de acciones. En los últimos 12 meses, vendió más de 50,000 acciones de la empresa que lidera desde 2014.
El CEO de Unity sabe que las decisiones de la compañía no son buenas.
Varios miembros de la alta dirección de la empresa también han cedido una cantidad significativa de acciones recientemente. El presidente de Growth, Tomer Bar-Zeev, vendió 37,500 por aproximadamente 1.4 millones de dólares el 1 de septiembre, mientras que Shlomo Dovrat obtuvo una ganancia de 2.5 millones de dólares al vender 68,000 el 30 de agosto.
Los recientes movimientos han captado la atención de numerosos desarrolladores que utilizan el motor, incluyendo a Scott Richmond, director de Brightrock Games, quien expresó su inquietud en Twitter. Afirmó que es evidente el uso de información privilegiada por parte de los ejecutivos de Unity al vender acciones poco antes del anunciado cambio en la estructura de precios.
Las recientes modificaciones en las políticas de Unity requieren que los desarrolladores paguen una «tarifa de instalación» una vez que sus juegos superen ciertos umbrales de ingresos, generando críticas de creadores y estudios independientes.
Fuente: Kotaku