Plataforma de pruebas
- Placa Madre: Gigabyte Z390 AORUS MASTER
- Procesador: Intel Core i7-9700K (ES)
- Memorias ram: Corsair Vengeance RGB White 3200 C16
- Tarjeta gráfica: Nvidia GTX 1080 Founders Edition
- Almacenamiento Primario: SSD Avexir 240GB E100
- Fuente: Seasonic Snow Silent 1050W
- Refrigeración: Corsair Hydro Series H150i PRO
- SO: Windows 10 64bits
Pruebas de rendimiento sintético
Comenzamos con Cinebench R11.5, donde obtuvimos 16.2 puntos, un sólido puntaje pese a no tener HyperThreading.
Luego está Cinebench R15, con 1483cb, también un puntaje bastante bueno por no tener HyperThreading.
Otro benchmark que probamos es Geekbench 3, donde el puntaje Multi-Core fue de 29449 puntos, muy cercano a un Ryzen 7 1800X.
Por el lado de Fire Strike Extreme, obtuvimos un puntaje de CPU de 18790, y un puntaje general de 9542, estando a la par del AMD Ryzen 7 2700X pese a no tener HyperThreading.
En 3DMark Time Spy también se ubicó a la par del Ryzen 7 2700X al lograr 8288 puntos en el test de CPU, y un resultado general de 7230 puntos.
En CrystalDiskMark el rendimiento de la placa madre Z390 se colocó en los primeros puestos, aprovechando fuertemente la velocidad de nuestro SSD.
Por el lado de AIDA64 Memory Benchmark, los resultados fueron bastante similares al de otras placas madre ya que depende plenamente de las memorias utilizadas y no tanto del procesador.
Como final de esta sección tenemos 7-Zip Benchmark, donde curiosamente vimos una mejora sorprendente frente a los resultados que veníamos viendo en otros procesadores. Es algo curioso ya que Intel no mencionó soporte a nuevas instrucciones, que es lo que suele dar este tipo de saltos.