Esta semana, Microsoft ha comenzado con un importante triunfo en su empeño por completar la adquisición de Activision Blizzard. El ente regulador de la Unión Europea confirmó oficialmente hoy que ha dado luz verde al acuerdo, que supone una inversión cercana a los 69 mil millones de dólares.
La resolución es de gran relevancia para el propietario de Xbox, debido a la significativa influencia que ejercen estos países en el desarrollo de los negocios. Junto con la FTC de Estados Unidos y la CMA del Reino Unido, la Unión Europea es una de las tres instituciones clave a las que Microsoft debe persuadir para obtener la aprobación del acuerdo.
En su comunicado, la autoridad reguladora aseguró que la decisión de dar el ok está «sujeta al cumplimiento íntegro» de los compromisos y alianzas que el fabricante de Xbox ha establecido respecto al mercado de videojuegos en la nube. Recientemente, la compañía ha anunciado diversos acuerdos para llevar franquicias como Call of Duty a las plataformas de Nintendo y a varios servicios especializados en streaming de videojuegos.
Microsoft dio mucho, para comprar Activision Blizzard
La Unión Europea también declaró que ”Microsoft se comprometido a dar a los consumidores europeos una licencia gratuita que les permitiría transmitir, a través de cualquier servicio de streaming de juegos en la nube de su elección, todos los juegos actuales y futuros de PC y consola de Activision Blizzard para los que tengan licencia”.
En otras palabras, la compañía se comprometió a no hacer exclusivo para Xbox el catálogo de juegos propiedad de la editorial. Además, no podrá cobrar ningún tipo de tarifa como forma de bloquear el acceso a los juegos de Activision Blizzard en servicios que compitan directamente con su xCloud.
Si bien es importante, la aprobación de la Unión Europea no significa que el trato esté cerrado. Además de tener que intentar revertir la decisión de la CMA británica, las empresas implicadas en el intento de fusión también tendrán que enfrentarse y ganar una demanda puesta por la FTC estadounidense, que pretende bloquear por completo la adquisición.
Fuente: Axios