Durante la producción de Redfall, los desarrolladores de Arkane Studios confesaron a Jason Schreier, periodista de Bloomberg, su deseo de que Microsoft cancelara el proyecto. Fuentes anónimas revelaron que cada etapa del desarrollo fue problemática y no se sorprendieron por la recepción negativa en el lanzamiento.
Según Schreier, los miembros del equipo de Redfall comenzaron a trabajar en el proyecto en 2018, en medio del auge de los juegos como servicio y títulos populares como Overwatch y Destiny 2. Inicialmente, su objetivo era generar ingresos adicionales a lo largo de los años, pero se encontraron con problemas como la falta de dirección, falta de personal y conflictos dentro del equipo creativo, lo que resultó en los fracasos que presenciamos el mes pasado.
La adquisición de Bethesda por parte de Microsoft hizo que algunos miembros del equipo de Redfall tuvieran la esperanza de que Xbox Game Studios cancelara el proyecto y los asignara a otra tarea. Sin embargo, la única información que recibieron fue que no habría una versión para PlayStation 5.
Los desarrolladores de Redfall admiten que el juego carece de una identidad clara en la industria. En un momento intentaron emular a Far Cry, en otro buscaron inspiración en Borderlands, pero no lograron capturar la esencia de ninguno de ellos. Esto se reflejó en la puntuación de 54 en Metacritic y en las críticas del público.
Redfall, inicialmente una de las principales apuestas de Xbox Game Studios para 2023, prometía justificar la adquisición de consolas de última generación o una suscripción a Game Pass. Sin embargo, las cosas se complicaron cuando se reveló que el juego estaría limitado a 30 FPS, a partir de ahí todo se desmoronó.
Fuente: VGC