La expectativa de los consumidores y el mercado era que los precios de las memorias DDR5 bajaran para igualarse a los de las memorias DDR4, o al menos llegar a un equilibrio entre ambas. No obstante, un informe de DigiTimes asegura que los precios no bajaran como esperábamos.
El informe indica que varias compañías están experimentando retrasos en la entrega de chips de memoria, además de una posible escasez de memorias DDR5 para servidores por parte de Monolithic Power Systems (MPS). A pesar de revelar esta información, el análisis no especifica cómo esto podría afectar económicamente a las empresas y si las llevaría a mantener sus precios actuales.
Aunque esta situación no afecta directamente a los consumidores, la falta de memoria para servidores podría generar mayor demanda y elevar los precios, impidiendo que los módulos convencionales experimenten una reducción significativa en su costo.
Los problemas de DDR5 de quien es?
Pese a no nombrar de quien es el problema de todo esto, el análisis confirma que hay un problema en la producción de chips para memorias DDR5, y todo viene con retrasos. Micron, Samsung, SK Hynix y otras empresas no se han pronunciado sobre los retrasos, que pueden afectar la fabricación de módulos y pesar aún más en la billetera del público.
TrendForce informó la semana pasada que existe un problema de compatibilidad entre PMIC (Circuito Integrado de Gestión de Energía) y DDR5 RDIMM utilizados en servidores. Según ellos, tanto los fabricantes de DRAM como la industria de PMIC están trabajando juntos para resolver este problema. La gran diferencia es que hay una empresa que se maneja por ella misma, Monolithic Power Systems. Es decir, la demanda ahora es alta y crea un cuello de botella donde la empresa decide el monto que quiere cobrar, ya que es la única que tiene producto disponible.
La rebaja de precios se desvanece
Con la incertidumbre económica y el exceso de inventarios, se estimo que el valor de las memorias DDR5 caería durante el año 2023. Sumado a los nuevos procesadores que están siendo fabricados en masa por AMD e Intel, hicieron creer que la demanda haría que los precios bajen.
Este era el incentivo que los fabricantes de chips y módulos de memoria estaban esperando para equilibrar sus inventarios, a través de una reducción en el precio para adaptarse al débil consumo de los consumidores en el mercado de PC actual. Sin embargo, con los problemas presentados, es poco probable que esto suceda en 2023.
Fuente: Trendforce