Dina Katabi, profesor del MIT que ha desarrollado Wi-Vi junto a su ayudante Faadel Adib, explica que el sistema funciona enviando ondas de radio WiFi y analizando como se comportan. Simplificando, se trata de algo similar a la combinación de un radar y un sónar pero sin ocupar a penas espacio y a un precio miles de veces inferior a de este tipo de equipos. “Todos los componentes que hemos utilizado se usan de manera habitual en cualquier dispositivo WiFi”, asegura Katabi.
Wi-Vi envia dos señales WiFi inversas de forma que cuando impactan con algún objeto estático se anulan entre sí pero no cuando están en movimiento. Una vez anulado el “ruido” que producen los elementos estáticos, el resto señales captadas se pueden traducir en un sistema de seguimiento que nos permite visualzar los movimientos de personas, animales o vehículos en tiempo real. Esta tecnología utiliza un único dispositivo emisor-receptor, en lugar de las soluciones basadas en varias antenas espaciadas que se venían utilizando hasta el momento.
Las capacidades de esta tecnología podrían utilizarse en operaciones de rescate, monitorización de personas, videovigilancia, domótica y uso militar o policial. Si realmente sirve para todo esto esperemos que no empiecen con dilemas morales.