El senador estadounidense de Dakota del Norte, Kevin Cramer, ha acusado a Sony de «comportamiento anticompetitivo» y solicita información sobre sus acuerdos de adquisición. Cramer escribió al CEO de Sony, Kenichiro Yoshida, expresando sus preocupaciones y publicó la carta en Twitter.
El congresista expresó su preocupación acerca de cómo el dominio de Sony en el mercado y su deseo de mantener su posición actual podrían obstaculizar las oportunidades económicas de Dakota del Norte. «Es una preocupación legítima», afirmó.
De acuerdo con Kevin Cramer, Dakota del Norte ha creado una estrategia para liderar al estado sobre educación en informática y seguridad cibernética, y preparar a los estudiantes para carreras en videojuegos es un componente crucial de sus esfuerzos para asegurar un futuro justo para los jugadores y desarrolladores.
I sent Sony Corporation a letter regarding its anti-competitive behavior and to request information on the company’s acquisition agreements. https://t.co/9hRkuw5JFF
— Sen. Kevin Cramer (@SenKevinCramer) April 13, 2023
Cramer ha cuestionado los acuerdos de exclusividad en juegos de terceros de Sony, incluyendo a Final Fantasy XVI, entre otros. A Sony le exige lo siguiente:
- todos los acuerdos que otorgan a Sony el derecho exclusivo de distribuir un juego de terceros;
- todos los acuerdos entre Sony y estudios de terceros que les impiden lanzar sus juegos en otros sistemas;
- Documentos internos de la empresa que describen los motivos de la adquisición de Bungie por parte de Sony;
- toda la correspondencia con el gobierno de EE. UU. o las agencias reguladoras con respecto a la competitividad en la industria de los juegos.
El mes pasado, la senadora Maria Cantwell también acusó a Sony de tener un control del 98% del mercado de juegos de alta gama en Japón, lo que plantea preocupaciones sobre la competencia en la industria de los videojuegos.
De acuerdo con su testimonio, Sony habría participado en prácticas anticompetitivas en Japón mediante acuerdos exclusivos y pagos a los editores de juegos para promover sus títulos populares. Afirmó que los reguladores japoneses no intervinieron para evitar esta situación perjudicial para las empresas extranjeras.
Fuente: VGC