Korea Workers’ Compensation and Welfare Service, ha concluido que la muerte en marzo de 2012 de una trabajadora de 36 años, a quien se han referido sólo como “Kim”, guarda una “considerable relación” con su labor en una de las fábricas de Samsung, debido a la supuesta exposición de la mujer a materiales radioactivos y solventes orgánicos.
Esto le habría causado cáncer de mama durante el período de cinco años que Kim trabajó en Samsung, lo que se realizó durante los años 1995 y 2000, suponiendo gran relevancia el hecho que efectivamente una agencia gubernamental haya reconocido la situación, y de hecho, se haya dictado un pago de dinero para la familia de la víctima a modo de compensación por lo ocurrido, a lo que Samsung a través de un vocero respondió que no apelarán a la decisión, ya que la trabajadora realizaba jornadas de doce horas diarias sin un detector de radiación cercano, algo que fue acusado por grupos activistas pero no salió a la luz hasta hoy, al comunicarse el lamentable deceso de Kim.