De pibe, tuve un pequeño acercamiento a lo que es WarHammer gracias a un chico que se acerco a mí con todo este mágico mundo. Durante mucho tiempo, busque información, leí sobre sus reglas y hasta averigüe como conseguir estas increíbles figuras. Allí fue cuando tropecé con la realidad: Eran muy caras y difíciles de conseguir. Debido que no había ingresos en mi casa para costear un hobby de figuritas pintables, tuve que optar por algo mas accesible, como eran los videojuegos (obviamente en aquella epoca de pobreza no originales, lo confieso). Y esto pudo haber terminado asi, de no ser que la gente de The Creative Assembly decidiera darnos la oportunidad de poder jugar con esta saga de fantasía en su atoradísimo Total War, y yo hoy con trabajo, poder costearlo. Han pasado años desde mi infancia hasta hoy, lo cual trataré de resumir lo que me pareció el último juego de esta saga.
Cuando iniciamos una partida y seleccionamos el launcher, nos encontraremos con una impecable intro que nos explica de qué van las cosas en esta nueva entrega de uno de los más reconocidos juegos de estrategia de todos los tiempos: El Caos está llegando para acabar con todo, por lo que 4 facciones deberán luchar entre si y contra el Caos mismo para determinar quien será el que saldrá victorioso. Esto lo veremos en el modo campaña que nos traerá la opción de elegir una de estas facciones y, a su vez, uno de dos héroes disponibles, cada uno de ellos con sus habilidades específicas. Desde entonces, tendremos que ir avanzando, luchando, generando recursos y hasta entablando relaciones diplomáticas, con tal de poder vencer a enemigos que nos superen en número o poder de fuego. Este último apartado se ha desarrollado bastante para darnos otras opciones a la hora de encarar una determinada batalla, permitiéndonos crear alianzas o tratados de paz para evitar las que hagan mermar nuestros recursos, los cuales deberemos tratar de desarrollar lo más posible para que nuestro ejército se desarrolle bien, logrando con esto, respetar el espíritu de las saga Total War.
Durante la campaña podremos elegir a 4 facciones como antes había comentado, 5 en realidad si tenemos el DLC de “Señores del Caos”, que irán variando en sus propias habilidades y dificultad. Por su estabilidad, se nos recomienda jugar primero con los Enanos, que, encabezados por el Rey Thorgrim Grudgebearer, son fáciles de manejar y nos permiten entender las mecánicas de juego, sin entrar en magias o ese tipo de elementos, mientras los Vampiros, nos obligaran a ir transformando el terreno para que pueda ser habitable por ellos mismos. Los Humanos, entrarían en una categoría de “normales”, contando con magia y artillería por igual y los Pieles verdes (Orcos y Goblins) nos ponen en un estado de guerra constante, ya que de no hacerlo, mermarían nuestras estadísticas y el ánimo de nuestros ejércitos, y en cambio, de lograrlo, podríamos contar con el “WAAAGH”, que es básicamente, un ejército complementario manejado por la IA que nos ayudara en batalla. En casi todos ellos, el agregado de la magia da un elemento extra a tener en cuenta cuando estemos lanzando rayos a diestra y siniestra.
Movernos por el mapa será lo más parecido a un tablero como nunca antes, gracias a que Warhammer es, en esencia, un juego de mesa. En él podremos movernos y forjar nuestras alianzas, realizar asedios, tomar ciudades o simplemente, destruir por completo a nuestros enemigos, pudiendo movernos en barcos (Aunque las batallas son automáticas) o haciendo pozos con los goblins para evitar conflictos.
Siendo muy completa y diferente cada campaña, se complementa también con las aventuras, que constan de misiones que van más allá de la historia y nos permite conseguir ítems y recompensas para darle a nuestros héroes, y así mejorar sus habilidades en combate. Estos también contaran con árboles de habilidades, en los que podremos ver su progreso, y así, forjar cada vez más grandes guerreros. Durante las batallas, contaremos con dos maneras de luchar: Una batalla por turnos estratégica, que nos dará tiempo a elegir a donde y con quién lucharemos, y una en tiempo real, donde podremos hacer lo mismo, pero con la batalla desarrollándose. Cada unidad posee sus capacidades especiales y es bueno tener en cuenta contra quién la usaremos, como en una partida, que use girocopteros para diezmar a artilleros que estaban en la retaguardia o cuando use un grupo de murciélagos para acabar con un héroe. En ella, nuestras unidades emprenderán la huida si son severamente dañadas, o si se encuentran con un enemigo que los supera en fuerza. Esto nos fuerza a estar revisando el estado de cada escaramuza, para no quedarnos en la lona antes de tiempo. Y esto es complicado si no estás acostumbrado a este tipo de juegos, ya que tenemos tantas unidades en pantalla, que al mínimo descuido, la IA nos atacará donde no veamos y nos fuerce a replantearnos nuestra estrategia, o perder directamente como me ha pasado en algunas ocasiones, y te lo muestro en este video:
En el apartado sonoro, nos encontramos con un juego en español, pero parcialmente, es decir, que en las cutscenes, se habla castellano, pero durante una escaramuza los personajes hablaran en ingles. Las batallas al nivel del suelo son una delicadez de escuchar. El choque de espadas, los gritos de guerra y hasta los disparos de artillería nos sumen en una gran contienda. Musicalmente, es correcto y nos dota de toda la música de carácter épico que necesitamos en momentos de combate. Los efectos de sonido también están acertados, y la verdad, suman muchísimos puntos a la hora de batallar.
Gráficamente, en cambio, el juego no me sorprendió mucho. Básicamente, utiliza el mismo engine de siempre, pero llevado al límite y con muchísimos efectos, lo que hace que pase desapercibido ya que es algo viejo. Tuve momentos de bajos Fps, pero creo que se puede atribuir a la cantidad de enemigos en pantalla, como así también, las partículas y demás que el engine está un poco sobre exigido como dije anteriormente, lo que no le hizo mucha gracia a mi GTX 960. Los menúes son cómodos, claros y muy lindos, lo que me impulsa a decir que es uno de los más cuidados que vi hasta ahora.
En conclusión, Total War: WarHammer es un must have si sos amante de los juegos de estrategia, a pesar que podría ser mucho más grande en sus campañas, tiene mucha rejugabilidad tanto en ellas mismas, como así también, en sus otros modos de juego, y también gracias a la gran cantidad de mods que hay en el Workshop de Steam (Cuando hayan terminado las campañas, dense una vuelta por ahí, se van a sorprender). Me quedo contento por darme la oportunidad de poder revisitar el WarHammer y dejarme un buen sabor de boca. WAAAAAAGH