Ni pregunten cómo, pero en HD-Tecnología nos hicimos con un monitor Samsung SA950 LED con capacidad 3D. Surgió la oportunidad y como todo tecnófilo la tomamos y aquí les presentamos este review relámpago.
Samsung es una compañía que no necesita introducción, pero para quienes gustan de una buena intro les comento que es un gigante internacional de origen coreano y desde tiempos lejanos nos ha venido deleitado con más maravillas de las que podemos contar con los dedos de las manos (y de los pies).
Es simple, cuando pensamos en monitores lo primero que se nos cruza por la cabeza es Samsung o, su némesis, LG. Aunque Samsung fue el fabricante en presentar al mundo el primer televisor de Plasma y es una de las referencias más recordadas por los consumidores a la hora de mencionar una marca de electrónica, pocos saben que una de las fuentes más sobresalientes de ingresos de la compañía son los teléfonos celulares y los chips de memorias. Este último, frecuentemente mencionado en los análisis de placas de video o módulos de memoria RAM en todo el mundo.
Como había mencionado al principio, en HD-Tecnología nos topamos con un Samsung SA950. Podría decir que se trata tan solo de un monitor, con el beneficio de ofrecer capacidad 3D como lo hacen otros de sus pares en el mercado, pero basta con ver las primeras fotos para darse cuenta que estamos, una vez más, ante una fusión entre el arte y la ingeniería.
Con un grosor de 14mm el volumen llama mucho la atención, pero entre segmentos rectos se destacan un par de curvas mucho más transgresoras. El Diseño es realmente fuera de lo común.
No cabe duda que el Samsung SA950 es vanguardista en diseño, también por la complejidad de su morfología, es una pieza elitista que promete una experiencia inolvidable como el superauto holandés “Spyker C8”.
La primera impresión es que el Samsung SA950 sobre nuestra mesa de operaciones es hermoso, es una joya que vale la pena tener sobre el escritorio, tanto es así, que estaríamos constantemente buscando excusas para pasar por al lado y mirarlo, o invitar amigos, familiares, colegas e incluso vecinos para ostentarlo. Lo pondríamos sobre una mesa giratoria de vidrio con estructura de acero inoxidable o en el centro de la sala para no perdernos ni un solo milímetro de su figura.
El exquisito placer de encenderlo se ve favorecido por la surrealista aparición de nuevas funciones led operadas al tacto sobre la superficie de la única columna de soporte. Los botones no los tocamos, los acariciamos y responden con el mismo cariño en forma de un menú translucido y sobrio en el borde inferior derecho de la pantalla.
Todo este fervor nos invita a querer conocerlo más y descubrir con que más nos puede sorprender. Sin embargo la codicia por la perfección nos va a jugar una mala pasada ya que perdidos en ésta tecno-lujuria nos olvidamos de lo incómodo que es trabajar, jugar y ver películas en pantallas tipo “Glare”. ¿Pequeño detalle? No.
En este review relámpago aproveché la oportunidad para disfrutar de mi última adquisición: Battlefield 3. Como excusa para poder disfrutar el BF3 “unas horitas mas” ajuste el monitor al modo 3D, aún con la contra de mi reflejo, el de la sala, el del foco de luz y de las personas que pasaban detrás de mí me enfoqué en que el modo 3D maximice la experiencia de juego. No es que este inconveniente de la pantalla me nuble la objetividad sino que puedo forzar acostumbrarme a no pensar en el reflejo pero en cuanto me acuerdo que no tengo que pensar en él vuelvo indefectiblemente a verme en la pantalla como si fuese un espejo.
El secreto de un buen monitor 3D es que la frecuencia de refresco de la pantalla sea de 120Hz, ya que para generar el efecto de profundidad el sistema duplica cada imagen por cuadro (Frame), y básicamente son los lentes los encargados de intercalar cada imagen (derecha e Izquierda) para que el cerebro humano (a través de los ojos) interprete la reproducción como un entorno de profundidad personalizable, ya que el usuario puede ajustarla manualmente desde las opciones disponibles.
La mayoría de los monitores estándar son de 60Hz y si bien cualquiera puede adquirir un sistema Nvidia 3D Vision, el resultado de una baja frecuencia de refresco se traduce a “Ghosting”, este problema se identifica cuando a partir del movimiento de objetos se ve el mismo objeto repetido o arrastrado. El Samsung SA950 afortunadamente es de 120Hz y trae sus propios lentes.
Uno de los requerimientos en 3D es tener placas de video potentes, porque duplicar cada imagen por frame exige aun más el GPU de las placas graficas, especialmente en altas resoluciones. Sin embargo con una GeForce GTX550 Ti de 1GB decidí arriesgarme y probarlo aunque sea en modo Bajo de gráficos. Lo cierto es que no solo noté que la sensación de 3D no estaba a la altura del Kit Nvidia 3D Vision que pude probar en una notebook Asus G51jx, tampoco los FPS (frames por segundo) estaban sufriendo algún tipo de exigencia. Comprendí que esto se debía a que el modo no estaba activado desde el hardware sino que se trataba de un modo de conversión 2D a 3D activado desde el monitor mismo. Entonces podemos ver el vaso medio vacío o medio lleno, una capacidad que permite aplicar el modo 3D incluso en el entorno de Windows pero sin satisfacer demasiado, o un modo muy simple de optimizar levemente la experiencia visual. Es difícil decidirse ahora, eventualmente requerirá mayor tiempo de testeo.
Volviendo al tema del “Glare”. Si están pensando en ver películas oscuras o disfrutar de videojuegos con preponderancia de tonos negros resérvenlos para la noche o para cuando instalen esas cortinas tipo “black-out” y puedan mantener el ambiente libre de focos de iluminación. Claro que, ¿Qué otra manera hay para disfrutar al máximo de títulos de horror si no es totalmente a oscuras?
En contraste, si vamos a disfrutar de imágenes ricas en colores, el Samsung SA950 ofrece más realidad que la realidad misma. Según las especificaciones el rango de 5.000.000:1 da negros más negros y blancos mas brillosos. Haciendo referencia a una explosión de colores, las opciones de visualización son muy variadas.
El Samsung SA950 parece que no es solo para admirar, también trae otros beneficios prácticos. Si nos tratamos de olvidar de la pantalla espejo, el marco angosto y las entradas Display Port lo hacen ideal para una configuración tipo Eyefinity.
Junto a un LED TV Samsung T27A559 el SA950 se ve revolucionario.
Y qué mejor que éste análisis para desenmascarar una pieza que nos seduce con su mera presencia pero que nos inquieta cuando vamos descubriendo su personalidad. Es como subirse a ese exótico Spyker y darse cuenta que no llegamos a los pedales, es imposible de estacionar, el motor es eléctrico, y las butacas eran de cuerina ecológica. No me malinterpreten, sigue siendo una pieza de deseo, pero seguimos considerando buscar una alternativa. Quizá, eventualmente, con un análisis más minucioso del sistema 3D podemos redimir su practicidad, esperemos que sea pronto.