Diseño
En cuanto a la diseño podemos decir que se trata de un modelo que ofrece una estética de prestigio para quien lo lleve. La combinación de un borde cromado que también sirve de marco para la pantalla táctil de 3.5” y botones del frente, la superficie inferior símil aluminio cargando con la tapa de la batería en gris metalizado que a su vez converge con la sección del lente de la cámara y flash terminado en cromado; hacen que el Nokia C7 tenga una acabado general muy atractiva.
En la parte superior encontramos el botón de encendido/apagado y junto a éste el puerto USB para transferencia de datos. Para transferir datos se puede hacer tanto designando el equipo como dispositivo de almacenamiento como instalando la aplicación Nokia OVI que permite administrar desde contactos, notas, o mensajes hasta imágenes y otro tipo de contenido. OVI es muy amigable y nos permite sincronizar los datos del teléfono con nuestro respaldo en la PC, incluso es muy eficaz a la hora de agregar información a cada uno de nuestros contactos.
Al alcance del pulgar derecho nos encontramos con una trabilla que permite bloquear o desbloquear el teléfono de manera tal que accidentalmente no se haga un llamado o se ejecute alguna aplicación. Es muy importante considerar este tipo de herramientas a la hora de elegir un teléfono touch. El Nokia C7 ofrece tanto un bloqueo mecánico (con resorte) como digital en pantalla. Sin embargo en mi opinión el hecho de que el bloqueo sea mecánico hace que desbloquearlo sea más rápido que los teléfonos que tan solo disponen de un bloqueo en pantalla.
En este borde se ubican los botones para activar la cámara de fotos y el mismo para capturar imágenes. Otras 3 botones en la posición opuesta, para alejar y acercar el zoom digital. Y entre ellos un botón para activar el comando de Voz.
Debajo encontramos la tapa de la batería que afortunadamente se puede retirar muy fácilmente. Al retirar la batería se detecta el lugar para agregar una tarjeta de memoria adicional a los 8GB internos que provee el C7. Junto a la batería encontramos la abertura para insertar el chip SIM.
Es aquí donde nos encontramos con un inconveniente menor: Si bien es muy fácil identificar la posición del chip asi como también insertarlo, resulta muy complicado sacarlo. Esto se debe a que la resitencia que sufre el chip es mayor a nuestra capacidad de deslizarlo. Si bien no es tan habitual retirar el chip, ante esta situación le he dedicado mas tiempo de lo que huibiese querido incluso lastimando el SIM con herramientas culinarias. Para quienes puedan a llegar a experimentar este problema la solución fue muy simple, como muestra la imagen un pequeño trozo de papel favorece a que el chip se pueda deslizar sin resistencia.