De la mano de la desarrolladora Dontnod Entertainment y distribuido por Focus Home Interactive llega Vampyr: el regreso de los RPG de vampiros en todo su esplendor. Vampyr es un juego de estilo RPG que combina elementos de survival horror y de investigación típicos de los juegos de aventura y que devuelve la temática de la novela gótica de terror a una era dorada, encima, ambientada en una Londres de la pos-guerra, alrededor del 1918, en medio de la epidemia de la gripe española, encarnaremos al doctor Jhonatan Reid, quien ha sido convertido en inmortal en contra de su voluntad y se verá enfrascado en la dicotómica lucha entre su juramento hipocrático y su insaciable sed de sangre.
La historia
Vampyr es un juego donde a todas luces, predomina una narrativa sumamente pulida y con varios giros argumentativos que quedarán en manos del jugador, dándole bastante poder de decisión a la hora de decidir el curso de acción. Casi toda la narrativa gira en torno a conservar la humanidad y pagar un alto precio a la hora de sobrevivir a las calles infestadas de cazadores y otras criaturas de la noche o, dar rienda suelta a la voracidad y beber la sangre de los mortales a diestra y siniestra, adquiriendo capacidades preternaturales a un ritmo acelerado al desatar todo el potencial de nuestras habilidades vampíricas.
Las decisiones que tomemos repercuten en gran medida, mediante un sistema de caos/orden, donde las decisiones del jugador alteran la dificultad para transitar libremente por el mapa, muy similar a lo que sucedía con juegos como el Dishonored, donde podemos hacer las cosas con calma y paciencia, o entrando a chupar sangre a diestra y siniestra. En este caso, cada vida que elijamos tomar, costará bastante caro, repercutirá en la economía de los barrios, en las relaciones entre los NPCS y también, en el protagonista.
¿Conservar tu humanidad, o convertirse en un poderoso inmortal? Decisiones, decisiones…. Nosotros optamos por un punto medio y nos costó unas 31 horas alcanzar el final del juego. No es que sea tan sencillo, pero bueno… me envicie y admito que rompí un poco el juego, pero de seguro tiene unas 60 horas o más de juego, nada despreciables y llenas de aventuras vampirezcas.
Hay una temática que me gustó mucho, que es la del contraste entre la modernidad y la superstición, que acompaña a la trama argumental en todo momento. Algo sinceramente bien logrado pero que daba para extenderse por largo rato y armar una historia mucho más extensa.
También el trasfondo mitológico de los vampiros está muy bien trabajado, donde toma en partes de la mitología griega y la búlgura , unificándolas con la temática de la novela gótica de Bram Stoker. Muy bien trabajado y punto extra para los Guionistas de Vampyr. Me quito el sombrero.
Podríamos estar hablando por horas de la historia, pero corremos el riesgo de revelar demasiado y como el juego es relativamente corto, cosa que tal vez sea uno de los principales factores que le juegan en contra, preferimos no dar más detalles: Sin spoilers por favor.
Las mecánicas
Otra de las estrellitas de Vampyr es la mecánica de combate. Este juego tiene un sistema de progresión similar a otros del género como el Vampires: The Masquerade (uno bastante viejo, basado en un juego de rol de mesa de la compañía White Wolf) pero con un buen toque de estilo. Tendremos un total de 4 habilidades activas en el momento, una de las cuales, será un “ultimate” o habilidad definitiva (más poderosa que las demás).
Además de nuestro arsenal de habilidades vampíricas, contaremos con un arma de mano principal y un arma secundaria, por ejemplo: un sable y una daga, o una espada y una estaca. A gusto y placer de cada uno y del estilo de juego que prefiera. Las dagas nos ayudan a drenar sangre de nuestras víctimas y son más rápidas, mientras que las estacas paralizan al oponente, dejándolo abierto para que podamos absorberles la sangre a través de la mordida.
Además, contaremos con armas de fuego típicas de la época, como la Mauser M-96, o la carabina de Caza recortada (muy inglesa) la famosa “Matazorros”. Que suman muchísimo a la jugabilidad.
Todas las armas se pueden mejorar, incluso las secundarias. Los elementos disponibles para las mejoras los iremos encontrando revolviendo la basura (si, literalmente) o de nuestras víctimas o saqueando la ciudad por las noches.
Un sistema de combate bastante interesante, que, sumado a una movilidad aumentada gracias a la velocidad vampírica, la cual nos permite esquivar con facilidad cualquier treta de nuestros oponentes (salvo las de otros seres sobrenaturales) nos hará las cosas bastante sencillas una vez le agarremos la vuelta. Punto extra por el trabajo de pulido de esas mecánicas de combate que son las mejores que he visto en un juego de vampiros en mucho tiempo.
En cuanto a las mecánicas de desplazamiento, puedo decir que estuvieron bien pensadas. Utilizaremos nuestra habilidad preternatural para movernos a una velocidad extrema para saltar algunas distancias infranqueables: paredes altas, andamios, etc. Eso está bueno, pero le faltó un poco de dinámica.
Eso sí, hay que decirlo: resultó algo decepcionante la falta de un árbol de habilidades adicional para tácticas más sigilosas. Eso me enojó bastante.
Gráficos y ambientación
La ambientación y la estética parecen muy bien trabajadas, pero tienen detalles. El mapa es un poco pequeño, está lleno de recovecos en los que podemos perdernos, sí, pero le falta algo. Los gráficos son muy buenos, no grandiosos pero si muy buenos, dignos de un Top Tier del gaming.
El juego utiliza una combinación de los poderosos motores Unreal y CryEngine, cosa bastante difícil de lograr y hay que reconocerlo, los muchachos de Dontnod lo hicieron genial. El pulido de los personajes y escenarios es notable. Muy buen trabajo.
Una de las cosas que más me gustaron de la ambientación, es que lograron recrear ese ambiente lúgubre de las noches londinenses, llenas de neblinas, callejones oscuros, basura y peligros acechantes.
Nada mejor que caminar por las calles de Whitechapel, el distrito donde el infame Jack el Destripador sembró el terror tan solo 30 años atrás, en medio de la noche londinense, peleando contra las criaturas que acechan en las sombras.
El juego tiene muchísimo por descubrir, muchos lugares por recorrer, lugares simbólicos como el Temple District, el West End o el puerto de Londres. Todos tienen sus particularidades estéticas típicas de la época, la distinción entre los barrios pobres y los barrios ricos es notable, no solo por sus personajes, sino por la distribución de las casas y la arquitectura. Son detalles que se pueden apreciar a simple vista y suman puntos. Muy bien trabajado.
Este contraste que mencionamos anteriormente tiene su razón de ser, y juega un papel importante en la historia, donde el protagonista tendrá un rol de pivote entre la élite Londinense y el bajo mundo y decidirá el destino último de la ciudad de acuerdo a su accionar durante la Epidemia.
El sonido
La música es uno de los factores esenciales: tétrica, suave, casi imperceptible. Muy bien lograda y presente cuando tiene que estar: en el combate y los momentos críticos. Se nota que el estudio tiene un gran compositor que promete bastante. Un punto extra por el sonido de ambiente que está de lujo.
Cada callejón despierta con el eco de las pisadas de nuestro vampírico Doctor Reid, el sonido de la sangre bombeando en las venas de nuestras víctimas al usar el sentido vampírico y los sonidos de la noche en general son uno de los grandes valores de este juego. Muy bien logrado el sonido ambiental.
Conclusión
Vampyr es un juegazo. Hay que ser verdaderamente ciego para no saber apreciar todo lo bueno que tiene este juego. Muchísimo para ofrecer y muchísimo potencial, que podría estar mejor aprovechado, si el juego fuera narrativamente más extenso.
Dejó muchas ganas para seguir explorando Londres y sus alrededores, quizá, incluso, podría extenderse a la mítica campiña británica o a la agreste Escocia, locaciones muy buenas para una historia de vampiros (u hombres lobos).
Si bien el juego es grandioso, tiene detalles que hay que mencionar: puede ser frustrante y puede llevar al jugador a cometer graves errores que pueden costar caro en un futuro conforme avance en la historia. Hay que tener mucho cuidado y ser responsable de las acciones, o no… está en cada uno y eso es algo de lo bueno que tiene el juego. Se podría decir que es un arma de doble filo.
¿Qué le faltó? La amenaza inminente de la salida del sol y la necesidad de todo vampiro por buscar refugio. Podrían haber explotado esta opción con una mecánica similar al Diying Light, pero no, se la dejaron pasar. ¿Por qué? ¡No lo sé! Y eso me da bronca. Juego de vampiros sin su principal enemigo, el sol. ¡Vamos!
¿Qué otra cosa le falto? Sigilo. Si, sigilo. Si vamos al caso, y nos ponemos a pensar, un vampiro que no es muy sigiloso que digamos, sería descubierto rápidamente. El Doctor Reid es cuanto menos sigiloso, parece lo más campante y da rienda suelta a sus habilidades sin consideración por ser descubierto. Eso no me agrado, narrativamente no es correcto.
¿Da para un DLC? Por supuesto que si. Vengan esos DLC para el Vampyr por favor, la gente va a querer más. Especialmente aquellos amantes de la novela gótica como yo. Así que ya saben, si se van a comprar el Vampyr, prepárense para quedar con una Sed Insaciable por el resto de sus vidas.
Los dejamos con una galería de imágenes y una pregunta: