El primer cometido de Demers, que abandonó su anterior empresa en febrero, será fusionar el equipo de desarrollo Adreno con la división de chips móviles Imageon, que precisamente fue vendida por AMD en enero de 2009 a cambio de 65 millones de dólares.
De esta reestructuración debería salir un chip gráfico de alto rendimiento con el que plantar cara a los Power VR Series 6 de Imagination Technologies y a los chipsets Tegra 3 de Nvidia, reforzando al mismo tiempo la posición de Qualcomm en el futuro mercado Windows RT. Alguien tiene que estar muy, muy arrepentido.