Parece que estos productos comenzaron a volver a los valores que tenían antes de la crisis, aunque los precios a cambio de los cuales estas unidades se vendían antes de las inundaciones eran mucho más bajos.
Seagate y WD, por ejemplo, tienen unos precios medios de venta de 63 dólares en EEUU, mientras que antes de las inundaciones vendían sus HDDs por unos 45-55 dólares.
En teoría, los precios deberían bajar poco a poco con los años, pero en la práctica, los fabricantes de discos duros no permiten que sus productos se abaraten tan rápido y están haciendo todo lo posible para mantener los precios medios.
«Obviamente, tenemos más capacidad de lo que estamos produciendo porque nos limitamos a la demanda, pero estamos tomando acciones para restablecer el potencial de nuestra capacidad a un nivel más apropiado. […] Evidentemente, esperamos registrar ciertos crecimientos, pero no tan grandes que antes», dijo Stephen Milligan, el director ejecutivo de WD.