A principios de marzo se lanzó la última actualización de Halo Infinite, y parece que bloqueó el acceso al juego para muchos jugadores con PCs más humildes. El parche evitaría que las computadoras con GPU con menos de 4 GB de VRAM puedan ejecutar el título.
Los requisitos del juego recomendaban el uso de una tarjeta con esas características como mínimo, pero eso nunca impidió que se utilizara hardware por debajo de ese nivel. Sin embargo, eso cambió con la actualización más reciente, la cual comenzó a bloquear a muchos jugadores que habían estado jugando Halo Infinite durante meses.
Parece bastante irónico ya que aquellos jugadores que tengan una GPU como la GTX 1060 de 3 GB, que es más potente que la GTX 1050 Ti recomendada por 343 Industries, no podrán jugar. Por el momento, el desarrollador de Halo Infinite no ha explicado la razón para estas restricciones, más de un año desde el lanzamiento del juego.
Halo Infinite fue lanzado a fines de 2021, y fue bastante elogiado durante sus comienzos, pero terminó recibiendo críticas debido a la falta de actualizaciones constantes. Esto se debió a varios problemas internos que Microsoft estuvo enfrentando en 2022.
Luego del lanzamiento de la tercera temporada de Halo Infinite, la compañía reveló que logró reestructurar el estudio y será más consistente en el lanzamiento de novedades. Además de presentar nuevos mapas y modos de juego, el parche más reciente también trajo trazado de rayos para sombras en la versión de PC.
343 Industries afirma que su enfoque está en impulsar el modo multijugador del juego, y no hay indicios de que Halo Infinite vaya a recibir un DLC para su campaña de un solo jugador.
Fuente: DSOGaming