Durante el último tiempo, hubo un aumento en las quejas sobre crasheos y problemas en juegos que utilizan Unreal Engine. Epic Games no se quedó callado y una de sus divisiones decidió echarle la culpa a las CPU de Intel.
RAD, una división conocida por su trabajo en el códec de vídeo Bink y la tecnología de compresión de datos Oodle, planteó la hipótesis de que los procesadores de Intel, específicamente los modelos i9-13900K e i9-14900K, son los principales culpables detrás de los problemas técnicos reportados. Esta preocupación también se extiende a otras CPU de la serie, como el 13700, 14700 y más.
RAD también defendió a Epic Games, afirmando que no se encontraron problemas en sus códigos ni en Unreal Engine. También señalan casos similares en otros software como CineBench, Handbrake y Visual Studio. Intel aún no ha respondido oficialmente a estas acusaciones.
Epic Games culpa a Intel.
La división de Epic Games solo ha expresado preocupaciones sobre las CPU de 13ª y 14ª generación, por lo tanto, no debería causar problemas a los usuarios con procesadores más antiguos.
Para resolver una falla en un juego de Unreal Engine, generalmente se puede encontrar una solución simple en la mayoría de los casos. Pero parece que es el procesador el que requiere que configuremos para continuar jugando sin problemas.
Podemos ajustar estas configuraciones a través del BIOS de la placa madre o utilizando la Extreme Tuning Utility (XTU) de Intel. Mediante estas opciones, podemos disminuir el multiplicador de reloj para los núcleos de rendimiento en 1 o 2. Es importante tener en cuenta que si realiza este cambio mediante la BIOS, será permanente, mientras que si lo haces a través de XTU, deberás reconfigurarlo cada vez que reiniciemos la PC.
Fuente: PC Gamer