Las cosas entre ambas consolas están bastante igualadas. Como sabemos los dos sistemas se basan en una APU Jaguar de AMD personalizada y cuentan con 8 GB de RAM. En el caso de PS4 la memoria es del tipo GDDR5 mientras que en Xbox One es DDR3, una desventaja que queda compensada con los 32 MB de eDRAM que monta la consola de Microsoft.
Donde realmente encontramos la mayor diferencia entre ambas consolas es en la GPU, algo que queda patente en la segunda imagen que acompaña la noticia.
La GPU de Xbox One similar a lo que sería una Radeon HD 7790 para PC y cuenta, en consecuencia, con 768 procesadores de flujo o shaders y 16 ROPs, mientras que PS4 monta una GPU a medio camino entre una Radeon HD 7850 y una HD 7870, equipada con 1.152 procesadores de flujo y 32 ROPs.
Podemos concluir que la GPU de PS4 tiene mucha más potencia que la Xbox One a todos los niveles, lo que se refleja en una mayor tasa de relleno de píxeles y de operaciones de coma flotante (FLOPS).
La preguntas, marcara esto una diferencia ? Tendremos que esperar unos meses para comprobarlo.