El germanio y el galio desempeñan un papel crítico en la producción de chips, amplificadores RF y LEDs, entre otros componentes basados en silicio. Aunque no son metales escasos, China ha sido un proveedor clave de estos materiales a precios competitivos. No obstante, recientes cambios en la política de exportación podrían alterar los suministros globales.
China ha introducido nuevas restricciones a la exportación de germanio y galio. Las compañías del país ahora deben obtener una licencia de exportación para realizar negocios en el extranjero. Estas restricciones afectan la exportación de los metales en su estado puro y productos que los contengan. Sin embargo, las operaciones seguirán de forma normal si las empresas cumplen con las regulaciones locales y de seguridad nacional.
Esta acción podría ser una respuesta a las restricciones estadounidenses a la exportación de «chips de IA». Las implicaciones podrían ser notables para fabricantes de chips en todo el mundo, ya que China controla más del 90% y aproximadamente el 60% de la producción global de galio y germanio, respectivamente. Ya se ha observado un aumento del 20% en los precios del galio en Estados Unidos y Europa.
El dominio chino en la exportación se basa en su habilidad para refinar estos elementos a bajo costo. Estas restricciones no afectarían la producción de componentes de silicio como CPU y GPU, pero podrían impactar compuestos como el nitruro de galio y arseniuro de galio utilizados en LEDs y otros componentes.
Japón podría sentir el impacto más fuerte, ya que importa el 60% de su galio, con alrededor del 70% procedente de China. Las empresas japonesas indican tener suficientes suministros a corto plazo. Pero a largo plazo, el país podrían reconsiderar su inversión en la producción local, reduciendo la dependencia de China. Esta jugada geopolítica podría tener implicaciones mixtas para el país chino en el futuro.
Fuente: Tom’s Hardware