Bungie obtuvo una victoria significativa en una demanda contra un jugador racista de Destiny que acosó a sus empleados y sus familias. Jesse James Comer fue declarado culpable y ahora debe pagarle casi 500 mil dólares a Bungie. Además, se le ha prohibido cualquier contacto futuro con los empleados de la compañía.
Kathryn Tewson, integrante del equipo que colaboró en la investigación de Bungie contra Comer, compartió en Twitter (CLIC AQUÍ) la noticia sobre la victoria legal. Según la demanda, Comer realizó amenazas por teléfono, descubrió la dirección de un empleado de Bungie y realizó envíos no deseados, además de acosar a otros empleados, todo esto en respuesta a la promoción de un creador de contenido negro por parte de Bungie en Twitter.
Además de amenazar con matar a los empleados de la compañía, Comer también envió mensajes de voz racistas y exigió a Bungie un DLC de Destiny en el que los jugadores pudieran matar a personajes negros.
Utilizó el servicio telefónico anónimo TextNow para llevar a cabo su campaña de acoso. En agosto del año pasado, un juez ordenó a TextNow revelar la identidad de Comer debido a su comportamiento perturbador.
Tewson afirmó que Comer no tuvo el coraje para mostrar su cara y decidió no presentarse ante el tribunal. El juez reconoció que su comportamiento no fue un simple acto de trolleo o una broma, y falló a favor de Bungie, estableciendo un nuevo estándar contra la cultura de acoso y doxing que afecta a menudo a la comunidad de jugadores online.
Fuente: Polygon