Tras una larga espera no son pocos los que se han visto decepcionados, por una u otra razón, con la llegada de «Diablo III». A sus problemas iniciales por saturación de servidores y hackeos de cuentas tenemos que añadir el hecho de que sólo puede ser jugado online y su escasez de contenido.
La propia Blizzard ha reconocido que «Diablo III» no ofrece, a pesar del posible farmeo de objetos, suficientes alicientes para jugarlo a largo plazo, algo que la compañía podría solucionar con sucesivos parches, especialmente con el 1.1 que traerá el modo PVP.
Con todo, también han dejado caer que las actualizaciones o nuevos contenidos, tal y como ellos tienen en mente, no llegarán a corto plazo.