Si bien tanto la Xbox Series X como la PS5 pueden alcanzar una resolución de 8K, aunque no está claro si es nativa o reescalada. Y ahora Spencer, directivo de la división de Xbox, dijo que en la próxima generación de consolas, los juegos no sólamente tienen que verse increíbles, si no que también se sientan increíbles. Algo, que evidentemente se alcanza con una buena tasa de frames (FPS).
La nuevas funciones, que ya incluye la Xbox One X, como el FreeSync o el VRS van destinados precisamente a eso, a que el jugador se olvide de esa sensación de que el juego no va del todo fluido.
«Nunca hemos limitado lo que los desarrolladores intentan hacer en nuestra plataforma, ya sean los 60 frames por segundo en Xbox 360 o los juegos a 4K y 60 fps en Xbox One X. Queremos dar a los desarrolladores las herramientas para ir a probar cosas en cualquiera de las herramientas de hardware»
«Creo que hemos llegado a un punto con One X en el que los juegos se ven increíbles, pero siempre hay más trabajo que podemos hacer para que sean aún más increíbles y quiero se sientan tan bien como se ven. Debemos centrarnos en que los juegos se sientan bien, no solo en lanzar más píxeles a la pantalla».
Desde la llegada de Phil Spencer a la división de Xbox, la empresa ha ido adquiriendo mejores estudios y renovando su compromiso con los servicios de juego bajo demanda como Xbox Game Pass y similares.