Este nuevo reproductor MP3 de los coreanos destaca por su cuidado diseño a la vez que reducido tamaño, luciendo un aspecto con forma de piedra bastante llamativo al mismo tiempo que disfruta de un cuerpo extremadamente ligero (pesa 13,2 gramos) y cómodo de transportar casi en cualquier lado. Esta facilidad viene además apoyada por la incorporación de una pinza trasera (de elegante color plata, por cierto) que se sujeta de manera bastante firme -más de lo que podríamos pensar en un principio dada la fragilidad que emana este Pebble- al lugar donde se agarre.
En cuanto a sus características técnicas, es capaz de aguatar unas 17 horas en funcionamiento, dispone de 4 GB de memoria y soporta archivos de audio MP3, WMA, OGG y FLAC. Para el disfrute del audio dispone por supuesto del tradicional puerto de 3,5 mm al que podrás conectar los auriculares que desees.
Su curiosidad, sin embargo, reside en cómo ha sido concebido, y es que este dispositivo se considera más como un «accesorio del Galaxy S III» que como reproductor independiente. Esto se pone de manifiesto en la propia sincronización de canciones, acción que se realiza precisamente con el teléfono (por cable) en lugar de con el PC