La verdad es que el diseño no ha cambiado mucho desde nuestro encuentro inicial con la MSI Z77A-GD65, ya que utiliza el mismo diseño de PCB y los mismos disipadores térmicos azules de bajo perfil.
Con un vistazo a la modulación por ancho de pulsos (PWM) podemos observar que la creación de MSI utiliza un diseño VRM de 9 fases a fin de alimentar la CPU con energía, lo que debería ser más que suficiente incluso para los procesadores Ivy Bridge más rápidos.
Las características de expansión de la placa incluyen tres ranuras PCI Express x16, cuatro ranuras PCIe x1, así como ocho puertos SATA, según revela la imagen publicada por Tech Power Up.
Cuatro de estos puertos admiten velocidades de transferencia SATA de 6Gbps, dos siendo impulsados por el conjunto de chips Intel Z77, mientras que los otros dos son controlados por un chip de terceros, según la hoja de especificaciones proporcionada por eteknix.
En cuanto a las ranuras PCIe x16, sólo la primera puede funcionar a velocidad completa de x16, ya que a la segunda se dirigen sólo ocho canales PCIe. Estos son, sin embargo, compatibles con configuraciones CrossFireX y SLI.
En la parte trasera podemos observar todo lo que se puede esperar de una placa base de alta gama en cuanto a las opciones de conectividad. Se trata de tres salidas de vídeo (VGA, DVI y HDMI) y un puerto eSATA.
MSI también ha añadido dos puertos USB 3.0 que están impulsados por el PCH de Intel, mientras que otros dos conectores de alta velocidad se pueden instalar en la parte frontal de la carcasa mediante una cabecera integrada.
En este momento no hay detalles sobre los precios, pero se espera que la placa base MSI Z77A-GD65 esté presente en la feria CeBIT de este año que abrirá sus puertas el 6 de marzo.