Desde que se estrenó la impresión 3D, los científicos, investigadores e inventores han estado poniendo todos sus esfuerzos para crear cualquier cosa a través de este método.
Parece que ahora llegó el turno de las armas. Los primeros intentos terminaron fracasando. Aunque las armas de fuego disparaban bastante bien, se rompieron después de unas pruebas.
Ahora, el grupo de armeros 3D más famoso de EEUU, Defense Distributed, anunció que su fundador, Cody Wilson, tiene una licencia federal que le permite convertirse en distribuidor y fabricante de armas.
“Lo más importante es que podré fabricar bajo la ley — todo lo que los demás fabricantes pueden hacer. Puedo vender algunas de las piezas hemos estado construyendo hasta ahora.
La solicitud fue presentada a la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego (una división del Departamento de Justicia) en octubre de 2012.
Desde entonces, la empresa realizó todo tipo de prototipos, incluido un semiautomático AR-15, que fue probado recientemente y que puede usarse sin licencia en EEUU.
Wilson también solicitó el documento de contribuyente ocupacional especial (SOT, por sus siglas en inglés) este sábado, el 16 de marzo y espera recibir la aprobación dentro de unas semanas.
Una vez que comiencen las ventas, el grupo finalmente será capaz de compensar los costes de las impresoras y los materiales.