La herramienta utilizada es la conocida KMS ya empleada en sistemas anteriores y en otros productos software como la suite Office.
Microsoft intentará bloquear este tipo de instalaciones con algún tipo de fix o similar aunque los intentos anteriores con Windows 7 o Windows 8 han servido de muy poco.
Hoy en día para el que no quiera o pueda pagar la licencia hay alternativas gratuitas. Las malas lenguas dicen que a Microsoft le interesa un pirateo controlado precisamente para evitar esas alternativas, pero las leyes están ahí.