En varias oportunidades hablamos del Xiaomi Blackshark, el primer smartphone (supuestamente) gamer de Xiaomi que apunta directo al Razer Phone en el mercado de móviles gamer.
Al contrario de lo que indicaban los rumores, utiliza una pantalla de 60Hz y no de 120Hz. Su tamaño es de 6″ y la resolución de 1080×2160 (18:9), con menor PPI que el Razer Phone, otro punto en contra.
Utiliza el Snapdragon 845, y está disponible en versiones de 6GB de ram y 64GB de almacenamiento interno, o 8GB de ram y 128GB de almacenamiento interno. Tiene una cámara doble con un sensor principal de 12MP y un sensor secundario de 20MP, cuya calidad está lejos de ser tope de gama.
De momento, es el típico móvil chino con Snapdragon 845 y mucha ram, pero que deja mucho que desear.
¿Y que «lo hace gamer»?
Lo que Xiaomi indica que «lo hace gamer» es su sistema de refrigeración líquida para evitar throttling en CPU y GPU, y su diseño trasero para mejor agarre.
También incluye un accesorio que vendría a ser como una palanca de joystick, pero el resto de los controles siguen siendo en la pantalla, lo cual es muy incómodo.
Personalmente, me parece un producto sin futuro, que de gamer no tiene nada. La empresa pensó que por ponerle colores verde y negro y mejorar el agarre ya era gamer, y no.