Windows 8 tiene aproximadamente la mitad de la cuota de mercado que en su día tuvo Windows Vista, y ese mismo comportamiento se ha estado manteniendo en sus primeros meses de vida.
¿cuáles pueden ser las causas de este pobre crecimiento de Windows 8? Damos cinco razones por las que el nuevo sistema operativo de los de Redmond está fracasando.
1. Interfaz Modern, una novedad que echa a muchos para atrás
La nueva interfaz Modern UI (antes conocida como Metro), es un cambio revolucionario que Microsoft introdujo en Windows 8. Esta interfaz, si bien hace su cometido correctamente en dispositivos móviles como tabletas, en los ordenadores convencionales es un cambio tan radical como poco intuitivo que obliga a cambiar muchos de los movimientos y gestos que habíamos aprendido en anteriores versiones de Windows.
2. El usuario no tiene la sensación de grandes cambios en Windows 8, además de la nueva interfaz
Si bien es verdad que Windows 8 en general es más rápido que Windows 7, especialmente en el arranque del sistema, no incluye grandes novedades que los usuarios interpreten como notorias, aparte de la interfaz Modern UI.
3. No gusta a los desarrolladores
Otro gran cambio similar al de la nueva interfaz se lo han llevado los programadores, que han tenido que “olvidar” sus conocimientos de programación en NET, Windows Communication Foundation (WCF) y Windows Presentation Foundation (WPF) para programar de forma nativa en Windows 8.
4. Los usuarios de Windows 7 prefieren no cambiar a Windows 8
Los usuarios de Windows en general son reticentes a actualizar el sistema operativo de Microsoft. Ocurrió en su día con Windows XP y Windows Vista, y está volviendo a ocurrir ahora en el caso de los usuarios de Windows 7 y Windows 8.
Tampoco ayuda la crisis mundial que estamos viviendo desde hace varios años. Quien estuviera pensando en comprarse un ordenador nuevo, seguramente prefiere aguantar un tiempo más con su ordenador actual.
5. El mercado se mueve hacia los tablets y smartphones
Aunque el PC tradicional sigue vendiéndose, el ritmo de ventas es mucho menor que antaño, a costa del gran crecimiento que han tenido los smartphones y las tabletas en los últimos años, y es algo que perjudica también a Windows 8.