El último sistema operativo de Microsoft, Windows 11, parece estar causando graves pérdidas de rendimiento en los SSD NVMe, según informaron varios usuarios. Parece ser que varios modelos de SSD de diferentes marcas se ven afectados por este problema.
Los benchmarks de CrystalDiskMark revelados por varios usuarios muestran que por ejemplo el SSD 980 Pro de Samsung o el Corsair P600 tienen el rendimiento en escritura severamente limitado por el sistema. El problema ocurre cuando Windows 11 está instalado en el dispositivo utilizado, incluso cuando no se está cargando en el momento de la prueba.
Aunque muchos de los informes publicados hasta ahora involucran en su mayoría a dispositivos fabricados por Samsung, las memorias NVMe de todos los fabricantes se ven afectadas por la limitación. El problema no es exactamente nuevo: durante la beta de Windows 11, muchos de los que probaron el sistema operativo ya habían anunciado la presencia de esta limitación.
Dado que el problema afecta a todos los fabricantes, es poco probable que una solución desarrollada por uno de ellos pueda pueda corregir el problema. Entonces, es de esperar que Microsoft lance una actualización que permita a los usuarios aprovechar al máximo la capacidad de los dispositivos.
No esta bueno tener uno de estos SSD y que por un problema de Windows no tenga el rendimiento que tiene que tener, además no son baratos, son de los mas caros.
La solución a medias…
Si bien la compañía no lanza una solución para Windows 11, parece ser que si deshabilitamos la seguridad basada en virtualización (VBS) se puede restaurar parte de la velocidad perdida. Sin embargo, los resultados obtenidos con Windows 10 siguen siendo mejores, lo que contribuye a los argumentos de quienes aún prefieren esperar para cambiar el sistema operativo de sus PC.