Una planta de carbón clausurada en Hunter Valley, Australia, a unas dos horas en coche al norte de Sydney, se está reabriendo para proporcionar energía de bajo costo para los mineros de Bitcoin. Una compañía de tecnología llamada IOT Group se asoció con la compañía eléctrica local para reactivar la planta de energía, de esta forma operar solo para los mineros de criptomonedas, mas bien para, una empresa llamada Blockchain Operations Center. Esto le daría al grupo acceso directo a la energía a precios mayoristas.
La planta de carbón de Hunter Valley se cerró en 2014, ahora Hunter Energy planea hacerla funcionar para 2019. La compañía entiende las demandas de la minería de criptomonedas y espera que la planta de energía sea atractiva para las compañías tecnológicas, en lo que es precios.
La minería de criptomonedas es un proceso que utiliza energía de manera intensa. Implica utilizar computadoras que consumen mucho, para resolver problemas complejos, ademas generan cantidades intensas de calor. Como resultado, los mineros y las compañías mineras han estado a la caza de fuentes de electricidad de bajo costo. Operar desde una planta de carbón cumple con ese requisito con seguridad.
El problema aquí es que la electricidad a carbón no es exactamente la fuente de energía más limpia. Uno de los principales argumentos en contra de la minería de criptomonedas, y una razón por la cual países como China están tratando de prohibirla, es que la energía requerida genera mucha contaminación. Volver a poner en línea una planta que genera mucha contaminación para la minería de criptomonedas no parece ser la mejor o la más practica solución a largo plazo para este problema.