Los precios de las tarjetas gráficas finalmente están bajando después de dos años de locura, entre mineros y pandemia. Pero, el gobierno Paquistaní planea no hacerle las cosas fáciles a la gente, con un sistema fiscal muy desigual.
El Colectorado de Aduanas de Pakistán anunció nuevos planes para aumentar los impuestos en las tarjetas gráficas para PC. Se supone que esta decisión contrarrestará a los importadores que devalúan las GPU eludiendo las aduanas y los impuestos. Pero en lugar de valorar las tarjetas individualmente, Pakistán valorará cada GPU basándose únicamente en su capacidad de VRAM.
La aduana publicó un gráfico de los valores (en USD) contra los cuales aplicará su impuesto del 36 por ciento en rupias pakistaníes, clasificadas por cantidad de VRAM que van desde 4 GB a 24 GB. Por ejemplo, el nuevo sistema da un valor de USD 196 por una GPU de 8 GB.
Los impuestos son exagerados, partiendo de los 65 dólares de sobrecosto en cualquier tarjeta gráfica con 4 GB de memoria, hasta alcanzar los 540 dólares en una GPU con 24 GB de capacidad. Lo peor se lo lleva la gama media, ya que una GPU con 6 GB de memoria se verá encarecido con 98 dólares, mientras que una con 8 GB, implicará un sobrecosto de 196 dólares.
Es cierto que puede ser difícil notar la diferencia entre las GPU a menos que se mantenga al día con los nombres y modelos. Los nombres que los fabricantes dan a las tarjetas suelen ser confusos. Para un oficial de aduanas que mira las cajas de las GPU, VRAM puede ser el número más fácil de ver para diferenciar el modelo, pero definitivamente no indica cómo se clasifican.
El aumento de precio debido a los impuestos dará lugar a situaciones extrañas, como que una NVIDIA GeForce RTX 3060 12 GB pueda ser más cara que una NVIDIA GeForce RTX 3070 8 GB. O una AMD Radeon RX 6500 XT de 8 GB pagará los mismos impuestos que la GeForce RTX 3070, que es mucho más potente y cara.
Es comprensible tratar de establecer algún orden con los derechos de importación. Desafortunadamente, comparar el valor de las GPU es más complicado de lo que debería ser. Pero con la situación actual donde el negocio de las GPUs está colapsado, una ley de este tipo lo único que conseguirá será añadir aún más presión al mercado para deshacerse del stock. Los motivos detrás de la aplicación de este impuesto se desconocen, pero si eran para aprovecharse de la moda minera, llegan tarde, muy tarde.