A lo largo de los últimos años, y con una industria de los videojuegos cada vez más fuerte, vimos una clara posición por parte de diferentes sectores en tratar de instaurar en la sociedad la idea de que los videojuegos dan lugar a la violencia y a las adicciones. Sin embargo, ya vimos múltiples estudios que no solo lo desmienten, sino que hasta demuestran lo contrario.
Muchas veces, los videojuegos pueden ser beneficiosos para la salud mental, como vimos en este estudio de la Universidad de Oxford. Para los niños, por ejemplo, los juegos ayudan a aumentar la alfabetización y su bienestar emocional, como indicó el National Literacy Trust del Reino Unido.
Y sobre esto último trata un reciente estudio publicado en Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking, que examinó durante casi 10 años a 500 niños mientras jugaban Grand Theft Auto. Sí, justamente eligieron Grand Theft Auto como parte del estudio, dada la controversia que generó en la sociedad a lo largo del tiempo.
¿Los resultados? El estudio no encontró ningún vínculo entre jugar videojuegos violentos en la etapa de la preadolescencia y un comportamiento más agresivo en años posteriores.
Además, se concluyó que este tipo de juegos no solo no generan conductas violentas, sino que también se plantean como vías de escape para problemas de salud mental, como la depresión.
“Este grupo mostró síntomas depresivos más altos durante la adolescencia temprana pero una menor ansiedad. Es posible que este grupo estuviera utilizando los videojuegos violentos para controlar o hacer frente a los síntomas depresivos”, escribieron los autores.
¿Cuántos estudios más hacen falta para entender que los videojuegos no son responsables de las conductas violentas? ¿Están de acuerdo?
Fuente: IFL Science