Ampere Analysis, firma especializada en el análisis de datos relacionados con el mercado del entretenimiento, realizó un estudio y sugiere que la industria de los videojuegos caerá en el 2022.
Luego de varios años de crecimiento récord que terminó con US$191 mil millones de ventas globales de juegos, consolas y servicios de suscripción, Ampere afirma que para fines del 2022, la industria alcanzará ingresos por US$188 mil millones, es decir una perdida de US$3 mil millones.
El estudio señala cómo los videojuegos no son inmunes a los impactos de la inflación y la actual crisis del costo de vida.
La firma pone a la escasez de componentes, la guerra de Ucrania y las sanciones impuestas por los desarrolladores al mercado Ruso como los principales motivos de esta caída. Además, la situación económica actual, con alta inflación en varias regiones del mundo, también es un factor importante que conducirá a una reducción en los ingresos de la industria de los juegos.
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Después de algunos años de crecimiento, alcanzando valores récord en 2020 y 2021, la caída proyectada por la empresa Ampere no es tan agresiva. Incluso con todos los factores que contribuyeron a este descenso. “Después de dos años de gran expansión, el mercado de los juegos está a punto de retroceder un poco de ese crecimiento en 2022, ya que múltiples factores se combinan para socavar el rendimiento”, comentó Piers Harding Rolls, director de investigación de Ampere Analysis.
Sin embargo, se sugiere que la industria se recuperará en 2023, la escasez de componentes se estabilizará, los juegos retrasados finalmente se lanzarán, con esto podríamos estar ante nuevas cifras récord. Si bien Ampere proyecta valores de US$195 mil millones, no sería de extrañar que el mercado de los videojuegos, a finales del 2023, supere los US$200 mil millones en ingresos.
Por ahora, la situación global actual apunta a un ligero debilitamiento de la industria, pero todo indica que pronto debería recuperarse con toda su fuerza.
Fuente: Eurogamer