La empresa de ingeniería Aussie Invader esta por hacer una prueba con el piloto australiano Rosco McGlashan, se preparan para romper el récord de velocidad en superficie y quieren que sea mas rapido que la bala de una pistola.
«Nuestro coche tiene un diseño simple, está alimentado por un sólo cohete y posee pocas partes móviles», explica Mark Read, un miembro de Aussie Invader, quien asegura que «la mayor parte de lo que tratamos de lograr nunca se ha hecho antes».
Todo esta pensando para batir el record, las ruedas ruedas están fabricadas de un aluminio que se emplea en la fabricación de componentes aeroespaciales.
Con un costo de cuatro millones de dólares, no es nada comparado con los cientos de millones que gasto el equipo británico que estableció el récord del mundo vigente con 1.223 km/h.