Dos de las principales plataformas de streaming de videojuegos, Twitch, propiedad de Amazon.com, y YouTube, de Google, están experimentando un cambio importante en su enfoque financiero. Después de años de firmar acuerdos millonarios con los principales streamers de videojuegos, ambas compañías están reduciendo gradualmente sus inversiones, que antes ascendían a sumas de siete u ocho cifras.
Este cambio en la estrategia de inversión está generando un impacto importante en el ecosistema de los streamers, quienes disfrutaban de contratos lucrativos con estas plataformas. La reducción de estos acuerdos está planteando preguntas sobre el futuro del streaming de videojuegos y cómo los streamers se adaptarán a esta nueva realidad financiera.
YouTube y Twitch ofrecían contratos que alcanzaban las ocho cifras a los streamers y jugadores profesionales. Hablamos de acuerdos que oscilaban entre 1 y 10 millones de dólares, una suma impresionante en cualquier contexto. Ahora, ambas plataformas han comenzado a dar marcha atrás y están reduciendo drásticamente este tipo de contratos. El CEO de Twitch, Dan Clancy, ha anunciado que se ha desatado una especie de guerra de ofertas, y consideran que estos contratos millonarios ya no son tan rentables como antes.
Las dos empresas van por el mismo camino
Por su parte, YouTube también está siguiendo la misma tendencia, con una disminución en la cantidad y el monto de los contratos. Además los YouTubers más destacados de la plataforma verán una reducción en la duración de sus acuerdos.
A pesar de que Amazon adquirió Twitch y Google es el propietario de YouTube, dos grandes competidores, ambas compañías han coincidido en esta decisión. Los contratos de siete u ocho cifras destinados a los streamers más populares están destinados a desaparecer con el tiempo. Durante más de tres años, estas plataformas han estado en una frenética competencia para atraer a los talentos más destacados del mundo de los videojuegos y el entretenimiento por streaming.
El fin del streaming de videojuegos?
El intento de atraer a influencers tenía una razón clara, atraer a cientos de miles de seguidores a la plataforma, con la esperanza de que estos se suscriban y generen ingresos. Además, el aumento del tráfico en el sitio también incrementa los ingresos por publicidad, lo que resulta en ganancias muy buenas. Sin embargo, a medida que ha pasado el tiempo, los streamers y YouTubers han encontrado que la competencia se ha vuelto más feroz. En 2022, Twitch abandonó la exclusividad en los contratos con los streamers famosos, lo que les permitía transmitir en otras plataformas.
En la actualidad, Twitch está buscando talento de manera más selectiva, limitando su enfoque a un grupo más reducido de creadores. Mientras tanto, los streamers han migrado de Twitch a YouTube y viceversa, ya que han visto cómo su audiencia comenzaba a disminuir. Aparecieron otras plataformas similares, como Mixer de Microsoft, que quedaron en el olvido. Algunos streamers han optado por incursionar en el mundo de las criptoapuestas, como el popular xQc de Twitch, quien firmó un contrato de 100 millones de dólares con Kick.