Hace casi un año informamos un caso de swatting que termino con la vida de un ciudadano… Y desde ese momento las autoridades están tratando de que no vuelva a ocurrir semejante hecho.
Ahora los tres implicados han sido acusados formalmente y se confirmó que enfrentan cargos federales.
La historia es corta, absurda y trágica, Casey Viner, de 19 años, obligó a Tyler Barris, de 25, a que le hiciera swatting a Shane Gaskill también de 19 años, este ultimo dio una dirección vieja, en donde en ese momento vivía una familia.
Barris llamo al Departamento de Seguridad de la policía de Wichita y reportó falsamente que había asesinado a su padre, que tenía encerrada a su madre y a su hermano menor en un closet mientras los apuntaba con un arma y que consideraba suicidarse e incendiar la casa, y que ya los había rociado con gasolina.
Evidentemente las autoridades actuaron y ya sabemos sobre el fatal desenlace, que termino con la vida de Andrew T. Finch.
Barriss ahora ha sido acusado de homicidio involuntario, un cargo que se imputa a la fiscalía cuando hay pruebas suficientes de que le causa la muerte a alguien través de un comportamiento imprudente. Es de suponer que Barriss no enfrenta cargos de homicidio porque no está claro si tuvo la intención de matar a Finch.
Pero con esto le pueden caer hasta once años de prisión bajo las leyes de Kansas.
Viner y Gaskill tienen cargos y condenas similares, dado que facilitaron el asesinato de Finch, pero presumiblemente no intentaron matarlo o herirlo gravemente, o probablemente no hay suficiente evidencia. El oficial de policía en cuestión también puede enfrentar cargos por disparar precipitadamente, pero esto aún no se ha decidido.
El caso está siendo examinado por periodistas tecnológicos de todo el mundo como un ejemplo de cómo el derecho penal está respondiendo a un comportamiento nuevo e inusual que involucra a los jugadores, no solo porque es un caso claro con el peor resultado, sino debido a la naturaleza, algo totalmente sin sentido que llevo a la muerte.