Autoridades aduaneras han interceptado una empresa que esta involucramiento en actividades ilegales, específicamente el contrabando de semiconductores de fabricación estadounidense hacia China. Los importadores inicialmente trajeron estos componentes, considerados artículos de importancia estratégica (para los del norte), para consumo interno. Este incidente es el primero en el que se identifica a Corea del Sur como una vía de tránsito para la reexportación de semiconductores extranjeros hacia China.
El contrabando por parte de la Compañía, involucró aproximadamente unos 96.000 chips, con un valor estimado de 13.900 millones de wones (alrededor de 11,6 millones de dólares). 53.000 chips de esos chips, estaban clasificados como artículos de importancia estratégica. En Corea del Sur, la distribución de estos chips se realiza exclusivamente a través de distribuidores oficiales que requieren certificado de usuario final y un acuerdo de no reexportación, haciendo casi imposible su adquisición por entidades no autorizadas, como seria China en este caso.
Esta empresa burló las restricciones, persuadiendo a empresas locales de equipos de telecomunicaciones a importar más chips de los necesarios para los distribuidores locales, el sobrante era para su contrabando. Los chips fueron reempaquetados y camuflados como muestras de producto para su envío a China, eludiendo la obtención del permiso de exportación necesario.
Los chips serian utilizados para crear armamento de destrucción masiva
Para profundizar en el contexto, Estados Unidos había prohibido la exportación de estos chips a China, ya que consideran que serian utilizados en la creación de armamento de destrucción masiva. Por ende, la vigilancia sobre estos componentes es rigurosa, aunque todo el proceso se ajusta a la legalidad establecida, ya que los fabricantes estadounidenses los distribuían únicamente a través de canales oficiales surcoreanos, asegurando la autenticidad y el compromiso de no reexportación.
Sin embargo, el hecho de que durante tres años se solicitara una cantidad de chips superior a la necesaria, genero sospechas. En este contexto, es comprensible que las autoridades estadounidenses estén significativamente perturbadas ante la incapacidad de Corea del Sur de identificar y desmantelar una operación de contrabando de tal magnitud dirigida hacia China, sobre todo considerando las conocidas colaboraciones militares entre China y Corea del Norte.
Como resultado de estas acciones, tanto la compañía en cuestión como sus ejecutivos enfrentarán acusaciones por parte de la Oficina del Fiscal del Distrito Central de Seúl. Se les imputará por infringir leyes internacionales y violar tanto la Ley de Comercio como la Ley de Aduanas, al haber facilitado y ocultado sistemáticamente estos envíos ilegales de productos críticos hacia China.
Fuente: businesskorea