Después de haber afirmado que habían robado 200 GB de datos confidenciales de Epic Games, el grupo Mogilevich ha reconocido que nunca llevaron a cabo dicha acción. En un comunicado, la banda, especializada en ataques de ransomware, admitió que intentaron vender la historia de su supuesta hazaña a otros delincuentes.
Es decir, Mogilevich habría utilizado el falso robo de datos del desarrollador como una táctica para llamar la atención. Parecen haber adoptado el papel de «ladrón que roba a ladrón», dándole a otros grupos herramientas que en realidad no tenían utilidad alguna.
De acuerdo con uno de los miembros del grupo que no participó en el falso ataque a Epic Games, conocido como Pongo, la confesión fue parte de un «plan ingenioso». Durante una entrevista con Cyber Daily dijo: «No nos consideramos hackers, más bien nos vemos como autores intelectuales criminales».
El supuesto hackeo a Epic Games resultó ser falso.
Hasta el momento, el mayor éxito alcanzado por Mogilevich parece ser su relevancia en los medios de comunicación internacionales. No hay información concreta sobre los robos que hayan cometido y no hay informes que confirmen que hayan logrado engañar a algún hacker.
Después de que el grupo haya afirmado que hackeó a la empresa, Epic Games emitió una comunicado, negando la autenticidad del ataque y declarando que no había «ninguna evidencia» para respaldar el supuesto hackeo.
El incidente falso resaltó la constante amenaza de ataques de ransomware en la industria de los videojuegos, donde los piratas informáticos acceden a los sistemas de una empresa y roban sus archivos. Insomniac, reconocido por su trabajo en Marvel’s Spider-Man, se suma a la lista de víctimas de este tipo de extorsión digital.