OpenAI vuelve a estar en el centro de la polémica. Luego de años utilizando contenido disponible en internet para entrenar sus modelos, la empresa dirigida por Sam Altman enfrenta ahora una demanda formal por parte de gigantes japoneses como Square Enix y Bandai Namco.
Ambas compañías, junto con Kadokawa (propietaria de From Software) y Cygames, forman parte de la Content Overseas Distribution Association (CODA), que acusa a OpenAI de haber utilizado material protegido por derechos de autor para entrenar su sistema de generación de video Sora 2.
CODA le exige a OpenAI
Según la organización, Sora 2 ha recreado personajes y escenas reconocibles de franquicias como Pokémon o series de Nintendo, lo que representa una infracción directa de la legislación japonesa. “CODA considera que la reproducción durante el proceso de aprendizaje automático puede constituir una infracción de derechos de autor”, explicó la asociación en un comunicado.
La notificación extrajudicial enviada a OpenAI exige el retiro inmediato de cualquier material generado con su propiedad intelectual, advirtiendo que, de no hacerlo, iniciarán acciones legales.
La respuesta de OpenAI y la postura del sector japonés
Aunque Nintendo no forma parte de CODA, la asociación, fundada en 2002 para combatir la piratería audiovisual, reúne a gran parte de los pesos pesados del entretenimiento japonés, desde estudios de animación hasta editoras de videojuegos.
Las críticas hacia Sora 2 comenzaron poco después de su lanzamiento, cuando usuarios empezaron a compartir clips que imitaban con sorprendente fidelidad escenas de Pokémon, Final Fantasy o Dragon Ball.
Debido a la controversia, Sam Altman declaró sentirse “sorprendido” por la aparición de ese contenido y prometió implementar herramientas que permitan a las empresas bloquear el uso de sus marcas dentro del sistema, además de otorgarles mayor control sobre la generación de videos.
La batalla legal por la IA se intensifica
El reclamo de CODA se suma a una lista cada vez mayor de denuncias de editoras, medios y artistas que acusan a OpenAI de entrenar sus modelos con material protegido sin autorización.






