Tendremos en el mercado modelos de gama media y alta, uno de los modelos vendrá con una ridícula fuente de 450 W para gestionar un procesador Intel Core i7-4770 junto con una Nvidia GTX Titan, 16 GB de memoria RAM DDR3, un disco duro de 1 TB con 8 GB de SSD a modo de caché, y embutido en una pequeño gabinete de 30 x 31 x 7 centímetros que pondrá en serios aprietos la refrigeración de estos componentes.
Habrá modelos con gráficas GeForce GTX 780, aunque posiblemente tengan más éxitos las propuestas con gráficas de gama más moderada como son las GeForce GTX 760 o GTX 660 que también llevarán algunos modelos.
Los equipos podrán ser modificados y actualizados, por lo que al final lo que tenemos es una mini PC y todo apunta a que, al menos los modelos de más rendimiento, sean de todo menos baratos, algo que puede chocar directamente con la idea generada en algunos usuarios de que las Steam Machines serían un sustituto para las consolas, al menos en cuanto a precio, pero salvo que Valve decida subvencionar una gran parte del coste de los equipos, por lo que los modelos de mayor éxito serán los más modestos.
Habrá que esperar a ver qué modelos concretos lanza la compañía al mercado, y sobre todo a qué precio.