SK Telecom T1 se ha alzado esta madrugada con la victoria en las finales mundiales de League of Legends, que celebraban su tercera edición en el Staples Center de Los Ángeles, uno de los estadios más populares del mundo, hogar de los Lakers. Su rival ha sido Royal Club Huang Zu, un sólido equipo chino que pese a su prometedora trayectoria ha caído por un contundente tres a cero. Todo un golpe sobre la mesa para demostrar que el equipo de Faker es el que manda.
Las partidas estuvieron aderezadas con el espectáculo que sólo puede conseguir una superproducción americana. Número musical inicial reventando los tímpanos de los asistentes, skins y regalos para todos y una puesta en escena que nada tiene que envidiar a los conciertos más ambiciosos del mundo o a las retransmisiones deportivas televisadas. Un salto respecto al evento del año pasado, que deja en el aire la pregunta de si realmente es posible hacer algo todavía más ambicioso para las finales de la cuarta temporada. En Riot sonríen cuando se les pregunta, dejando muy claro que no se conforman con los más de 12.000 asistentes de esta edición, y que tienen entre manos algo muy grande para próximos eventos.
Royal no mostró resistencia ante la superioridad técnica coreana, teniendo algunos momentos de esperanza al cuarto de hora de la segunda partida, consiguiendo un Ace contra T1 que les volvería a meter en el juego, finalmente sin conseguir una victoria ante el Zed de Faker, gran ovacionado del público. Alrededor del minuto 25 Royal perdería toda su ventaja, arriesgando demasiado en una teamfight, error imperdonable cuando juegas en desventaja en League of Legends. Como apuntaban los comentaristas durante la partida, es de vital importancia ganar todas y cada una de las teamfights en las que nos enfrentamos si estamos jugando por detrás, o la partida será insalvable.
Tras el golpe moral que suponía el 2-0, los coreanos se llevaron sin demasiados problemas unas finales que para algunos no estuvieron a la altura de un evento de estas características. Como en los deportes tradicionales, en ocasiones los eSports también tienen encuentros a priori épicos que terminan con la balanza totalmente decantada hacia un lado.
Mentalidad ganadora y trabajo duro, las claves de T1. “Seguiremos entrenando y mejorando nuestro juego para dar lo mejor en las próximas temporadas. Podemos jugar mejor”. Lo afirman humildemente tras ganar un millón de dólares pasando por encima de sus adversarios con una facilidad pasmosa. SK Telecom T1 parece tener claro que lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Y cuando hay cinco millones de personas jugando a la vez para arrebatarte el primer puesto, seguir siendo merecedor de la Copa del Invocador dentro de un año no será tarea fácil.