El comandante Jon-Marc Thibodeau, coordinador clínico y jefe de los servicios médicos de la base del ejército de EE. UU. en Missouri, afirma que “el esqueleto del soldado de la ‘generación Nintendo’ no está reforzado por las actividades realizadas antes de llegar al ejército, por lo que algunos de ellos se rompen más fácilmente“.
Se ve que una vida sedentaria y llena de “jueguitos” ha creado una “generación débil“. Según el mandamás del ejercito estadounidense, a esas personas hay que “vigilarlas”. La “generación Nintendo” a la que se refiere el comandante, son las personas nacidas a partir de 1995, que se conocen como “generación Z“.
No hay nada clasificaciones y estudios serios al respecto, pero la verdadera “generación Nintendo“, es la gente nacida en los años 80 (como yo, por ejemplo) y que a día de hoy estaría entre sus 35 y 40 años más o menos, ya que estos tuvieron contacto con las primeras consolas de dicha empresa. Entre otras, por supuesto.
En realidad, el problema sería con la Generación Z
Pero el comandante Thibodeau no es el único que hace referencia al aumento de lesiones en la generación Z (a la que él llama generación Nintendo). La capitana Lydia Blondin, jefa adjunta de fisioterapia del Hospital Comunitario del Ejército General Leonard Wood, también en Missouri, dice ha visto un incremento notable de lesiones, que van desde distensiones musculares hasta fracturas agudas.
“Vemos lesiones que van desde fracturas agudas y caídas, hasta esguinces musculares y pequeñas fisuras en los huesos, con la gran mayoría de las lesiones relacionadas con el uso excesivo. Se producen sobre todo en las extremidades inferiores. Estadísticamente, las mujeres tienden a tener una mayor incidencia de lesiones que los hombres”, comenta la capitana.
La recomendación del comandante Thibodeau es que este público “se levante del sofá”, y la capitana Blondin recomienda preparaciones y entrenamientos como levantar pesas, correr y caminar. “Asegúrense de tomar la luz del sol y de beber leche con regularidad”, es lo que dice el capitán tras constatar los bajos niveles de calcio y vitamina D en los nuevos candidatos.
Así que ya saben muchachos fans de COD y Battlefield, si quieren que el Ejercito de Estados Unidos los reclute, tienen que tomar la leche. (Por cierto, eso fue sarcasmo). Pero bueno, poniéndonos serios, esta gente debería investigar un poquito antes de etiquetar a las personas. Otra cosa, dudo que cualquiera en su sano juicio abandone la comodidad de su hogar para ir a pelear una guerra. Pero eso ya es una opinión personal.
Lo importante a destacar acá es que otra vez tenemos a “boomers” hablando sin saber distinguir entre una generación y otra. Atrapados en su discurso paleozoico sobre que “los jueguitos hacen mal”. ¿Saben que hace mal a la gente? La guerra. Eso hace mal. Pero bueno, vayan a hacérselo entender al comandante Thibodeau y a la capitana Blondin.