El año pasado, una insólita alianza ocurrió entre Intel y AMD, de la cual resultaron los procesadores Kaby Lake-G, que combinaban en el mismo PCB un CPU Kaby Lake y una gráfica Radeon RX Vega, todo esto comercializado bajo la línea Intel Core para portátiles.
Con el avance de Intel en sus gráficas propias, ya no necesita de AMD y la alianza llegó a su fin. No solo no veremos más modelos nuevos con gráficas Radeon, sino que desde Enero de 2020 ya no se aceptarán más pedidos para Kaby Lake-G, dejando de comercializarse.
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De ahora en más, los azules se centrarán en sus gráficas Xe, y serán las que utilizará para sus CPUs con alto rendimiento. Aún las integradas en portátiles lograrán 60 FPS en 1080p, por lo que el rendimiento será muy bueno.
Por el lado de AMD, pese a no tener más a Intel como cliente, ahora tiene nuevos clientes como Samsung, que lanzará chips Exynos con gráficas RDNA en un futuro, llevando Radeon a móviles, un mercado que dejará bastante dinero a AMD.