Parece que la próxima generación de Sandy Bridge se retrasará un poco más antes de llegar a los mercados generalistas, aunque esta decisión no ha sido tomada a la ligera, y hay ciertas motivaciones detrás.
Parece que el motivo del retraso se debe a que Intel quiere hablar primero con los integradores antes de decidir sobre las especificaciones finales de esta nueva familia de procesadores. Es bien sabido que los grandes integradores tienden a cambiar sus fechas una o dos veces al año, y puesto que ahora deben encontrarse en el momento de decidir qué y cómo venderán en 2012, prefieren esperar para ver cómo se desarrolla todo y no perder, así, ventas.
No sólo es ése el motivo del retraso, sino que se especula que Intel podría arrastrar cierta preocupación por los AMD FX, no tanto por su rendimiento puro, sino por el propio cambio que supone. Aún no se sabe a ciencia cierta, pero dichos procesadores AMD podrían aparecer para enero del año que viene, e Intel quiere estar para entonces en el mercado con los Sandy Bridge E.
Por eso, el mes barajado para los próximos chips de Intel es noviembre, previo a la campaña navideña, aunque los de Intel no parecen especialmente motivados para ella. Sea como sea, los cambios no acaban aquí, ya que se han conocido recortes en el futuro chipset X79, que ha reducido sus especificaciones hasta dejarlo como una versión algo mejorada de los actuales P67, y sin posibilidad de activar funciones adicionales con futuros firmwares.
En todo caso, y por lo pronto, de Sandy Bridge-E nada hasta noviembre.