En esta ocasión, la marca también optará por la misma estrategia, aunque lo hará solamente extensible al mercado surcoreano, al menos por ahora. El color rosa que decorará la carcasa del smartphone no tendrá la misma intensidad que la aplicada en el modelo Galaxy S2, sino que tornará más bien a un color rosado, color salmón.
Por ahora desconocemos si Samsung tiene intención de extender el modelo a otros mercados, aunque experiencias anteriores hacen difícil una distribución más amplia. Tal vez porque el rosa pueda ser una versión exclusiva del Samsung Galaxy S3 vendido en Corea del Sur que, recordemos, es única por su combinación de procesador Samsung Exynos Quad Core, conectividad LTE y 2 GB de memoria RAM.
De este modo, Samsung acumularía, atendiendo al color de su carcasa, un total de siete variedades del Samsung Galaxy S3. A las primeras versiones en color Marble White y Pebble Blue habría que sumarle la versión de color granate disponible en Estados Unidos y las recientemente presentadas Sapphire Black Amber Brown y Titanium Grey.