Samsung realizó una auditoría en septiembre de 2012 durante la cual revisó 105 fabricantes chinos que le habían proporcionado productos y componentes.
Tras la auditoría, la empresa decidió imponer ciertas reglas y directrices para mejorar las condiciones de trabajo.
La auditoría de Samsung fue impulsada por unos informes según los cuales ciertas empresas chinas explotaban a los niños, lo que es ilegal en China y en cualquier otra parte del mundo.
Afortunadamente para todos los 105 proveedores, la compañía no encontró casos de trabajo infantil a pesar del carácter imprevisto de la auditoría.
Aun así, ciertos aspectos aún pueden ser mejorados, por lo que Samsung ha tomado la situación en sus propias manos.
Asimismo, se ha implementado un nuevo proceso de contratación con cero tolerancia en cuanto al trabajo infantil, con directrices especiales para su prohibición y entrevistas en persona.
Samsung también exigió a todos los proveedores comprar un dispositivo electrónico capaz de detectar los IDs falsos a finales de este mes (noviembre).
La empresa también resolverá otras irregularidades. Por ejemplo, los administradores recibirán formación adecuada, las líneas directas en las filiales de Samsung estarán disponibles para que los trabajadores informen de forma anónima el trato inhumano y otras anomalías.
El sistema de penas ha sido abolido, mientras que la discriminación en la contratación seguirá siendo prohibida. Esperemos que todas las 105 empresas obedezcan estas reglas en vez de pensar en ellos como “guías”.
La última cuestión solucionada está relacionada con las horas de trabajo. Las horas extras se reducirán (esta es una prioridad, según Samsung) y todas las horas que superen los límites legales desaparecerán hasta finales de 2014.