RIM ha perdido en Suecia un arbitraje internacional con el que pretendía ampliar un acuerdo de licencias compartidas firmado en 2003 por ambas empresas, buscando introducir en sus términos la producción de dispositivos con varias patentes relacionadas con la tecnología WiFi propiedad de Nokia.
El tribunal ha considerado que dichas patentes no pueden ser cubiertas por el acuerdo existente, de forma que RIM tiene dos salidas posibles: o deja de fabricar BlackBerries con WiFi o accede a pagar a Nokia una serie de royalties por el uso de sus tecnologías. La elección parece clara, pero sólo para meter más presión Nokia ya ha solicitado el cumplimiento del veredicto en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido.
Solo queda por ver la cantidad de dinero que piensan exigir a RIM los de Nokia.