Un equipo internacional de investigadores ha demostrado la existencia de un superconductor natural no convencional. Hasta ahora, estos superconductores se sintetizaban en laboratorios, pero éste resultó estar disponible en condiciones naturales en la Tierra, lo que lo hace prometedor para lograr una superconductividad económicamente viable en muchos sectores de la vida, la industria y la economía.
El descubrimiento se produjo tras una serie de pruebas de laboratorio sobre un mineral como la miassite. Es un compuesto de rodio y azufre. Combina refractariedad y volatilidad y, como resultó, cuando se enfría a temperaturas ultra bajas, también proporciona superconductividad, cuando nada interfiere con el movimiento de los electrones a través del material.
Los científicos tienen que abordar la superconductividad prácticamente al azar, por lo que el descubrimiento de este efecto en un material conocido también fue en cierto modo un golpe de suerte. Más precisamente, el fenómeno de la superconductividad en la miassite se conocía antes, pero resultó ser un superconductor no convencional.
Los superconductores no convencionales incluyen materiales que exhiben superconductividad fuera de la teoría tradicional de Bardeen-Cooper-Schrieffer. Esta clase de materiales da esperanzas para identificar materiales con superconductividad a alta temperatura, y la distribución de la miassite en la naturaleza la hace verdaderamente única, lo que puede hacer que su uso sea económicamente rentable, ya que basta con extraerla y utilizarla.
«Intuitivamente, uno piensa que esto es algo que se creó intencionalmente durante una búsqueda específica y que no es posible que exista en la naturaleza», explicó el físico Ruslan Prozorov de la Universidad Estatal de Iowa sobre la esencia del descubrimiento. «Pero resulta que esto es cierto».
De que sirve un Superconductor Natural No Convencional
La existencia de un superconductor natural no convencional podría revolucionar numerosos campos de la tecnología y la ciencia. Al eliminar la resistencia al flujo de corriente eléctrica, estos materiales permitirían la creación de sistemas eléctricos y electrónicos extremadamente eficientes, reduciendo significativamente las pérdidas de energía que se experimentan con los conductores tradicionales. Esto tendría un impacto profundo en la eficiencia energética global, contribuyendo a sistemas más sostenibles y económicamente viables.
Además, la capacidad de operar sin la necesidad de enfriamiento a temperaturas extremadamente bajas, a diferencia de los superconductores convencionales, abriría nuevas posibilidades para su aplicación en entornos más accesibles y prácticos. Desde la generación y transmisión de energía hasta el desarrollo de dispositivos médicos avanzados, la computación y la levitación magnética, las aplicaciones de un superconductor natural no convencional serían vastas y variadas. Su implementación podría significar avances significativos en la tecnología de trenes de alta velocidad, permitiendo sistemas de transporte más eficientes y rápidos, así como en la computación cuántica, potenciando el desarrollo de ordenadores exponencialmente más potentes que los actuales.
El futuro es la miassite
Los científicos han demostrado las propiedades poco convencionales de la miassite probándola en condiciones de laboratorio con pruebas especiales, desde la evaluación de la penetración de campos magnéticos débiles en el material hasta la creación controlada de defectos que normalmente crean centros de superconductividad. Curiosamente, la miassite se estudió para su uso en computadoras cuánticas, y ahora se estudia su superconductividad.
«Desentrañar los mecanismos subyacentes a la superconductividad no convencional es la clave para las aplicaciones económicamente viables de los superconductores», añadió el científico.
Fuente: Sciencealert