Ubisoft Toronto nos trae en esta ocasión Watch Dogs: Legion, tercera entrega de la franquicia, cuya singular estética tiene reminiscencias de alguna que otra película de acción, y su potencial gráfico acompaña bastante para sumergirnos de lleno en una trama conspirativa, trepidante en medio de la ciudad de Londres que sufre los embates de un terrible ataque terrorista. Nos tocará ponernos manos a la obra junto al grupo de hacktivistas “DedSec” para detenerlos antes de que sea tarde. Así que, sin más preámbulos, vamos a analizar este título punto por punto.
Si hablamos de gráficos, con el correr de lo años, Ubisoft ha empezado a centrarse en la fidelidad de los diseños arquitectónicos de las ciudades donde se sitúan los eventos de sus juegos. Lo hemos visto desde los últimos Assasins Creed hasta los The Division. Y creo que, hasta ahora, este ha sido su mejor trabajo.
La ciudad de Londres parece tan nítida y real como la verdadera. Eso sí, no está exenta de algunas “licencias” por parte de los desarrolladores, que se entienden. El down scaling de una ciudad real a un diseño de escenario para un juego de computadora no es chiste y algunas cosas siempre se pierden, como es lógico.
Por otro lado, el apartado gráfico en general es de los mejores trabajos que le he visto hacer a Ubisoft. La estética de una sociedad post moderna en pleno auge de la tecnología y las luces de neón le pegan muy bien a las estructuras londinenses. Los pubes, callejuelas y distritos emblemáticos como Westminster cobran vida tanto de día como de noche. Los diseños de escenario son realmente buenos. Especialmente en el caso de los puntos de interés icónicos tales como el Big Ben o el palacio de Buckingham.
Hay que saber reconocer un trabajo bien hecho cuando se lo ve.
Cabe mencionar, sin embargo, que algunas de las animaciones son algo cutres. Meros detalles como en el minijuego de fútbol (donde podemos ponernos a hacer jueguitos con la pelota). Se nota que apenas se esforzaron. O en el minijuego de los dardos, que parece más bien uno de esos anuncios de Facebook donde hay que parar la imagen a tiempo y ponerla en el lugar (una mecánica bastante berreta). Y ni hablar de cuando el personaje toma cerveza (parece que está bebiendo plastilina en vez de líquido). Y bueno, el típico “drunken haze” de todos los juegos con la pantalla media movida y un motion blur forzado.
Y como es habitual en un juego con personajes procedurales, algún tipo de personalización puede cambiar notablemente las cosas. En el caso de Watchdogs: Legion, además de las habilidades y los gadgets podremos personalizar la ropa, las máscaras y las armas, ya sea para mezclarnos entre la multitud, o destacar brillando como un gran farol de neón que dice por todos lados “hey, soy un hacker”. No hace mucha diferencia a la jugabilidad, es una cuestión meramente estética. Salvo en casos muy particulares con los uniformes “de profesión” (policía, guardia de seguridad, paramédico) que permitirán a algunos personajes infiltrarse más fácilmente en ciertas zonas.
En cuanto a las personalizaciones, las comunes pueden conseguirse con ETO (dinero del juego) que puede farmearse tranquilamente con un poco de paciencia y misiones secundarias. Las más exóticas, como máscaras, cubrecaras y demases pueden encontrase, o bien recorriendo todo el mapa y buscando en las tiendas o escondidos por los escenarios en pequeñas cajas como collectibles.
Las microtransacciones
Y por supuesto, como era de esperarse: hay microtransacciones. Si, el menú de compra de Ubisoft Connect que está integrado al menú de personalización del juego, que además de contar con un pase de temporada que podremos comprar a parte (o que si compran la versión Deluxe ya viene incluido). Desde armaduras medievales adaptadas a los tiempos modernos con luces de neón por todos lados (si, pueden vestirse como el caballero RGB si quieren) hasta falditas escocesas. Las opciones de personalización son de lo más variopintas.
Más allá de eso, el juego corre fluido en todas las resoluciones. Manteniendo un frame-rate estable. En todas sus resoluciones.
En lo que es jugabilidad, Watchdogs: Legion es un poco distinto a otros juegos. Posee un sistema bastante particular, aunque algo similar a al GTA V, donde controlabas a varios personajes por separado, con sus propias historias y personalidades variopintas, solo que, en este caso, controlaremos a muchos, muchos personajes.
Tal como su nombre lo sugiere, este juego brinda la posibilidad de controlar a un gran número de personajes. Una movida audaz por parte de los desarrolladores, pero que no alcanza a compensar de alguna manera una notable el poco trasfondo y contexto de personajes, que salvo algunos mínimos detalles como el trabajo y las actividades que realizan, o las conexiones con DedSec, no ahondan para nada en la historia de cada uno. Un poco triste. Mucho potencial desperdiciado, pero aun así, sigue siendo una propuesta interesante y digna de elogio.
Avanzando un poco más en el juego, uno aprende que cada personaje es único, con una serie de skills y equipamientos particulares. Desde una señora dueña de una camioneta, cuya única utilidad para nuestro equipo es justamente poseer un vehículo, una corredora de bolsa inescrupulosa o hasta un asesino serial al más puro estilo Jack el destripador. Las posibilidades varían desde lo absolutamente genial a lo más decepcionante. También pueden tener defectos graciosos, como por ejemplo ser propensos a ataques de hipo espontáneos que los delatan en situaciones críticas). Todos están generados proceduralmente, algo tremendamente popular entre los desarrolladores de hoy en día, pero que, a fin de cuentas, sigue siendo un arma de doble filo.
Al contrario de las entregas anteriores, también contaremos con una interfaz mucho más estilizada y trabajada con mimo. Los que jugaron Watchdogs 2 recordarán algunas molestias a la hora de apuntar y realizar algunas acciones con el personaje que aparentemente, han sido corregidas casi en su totalidad (casi).
Los controles de vehículos son bastante simples, muy parecidos a los de las entregas anteriores. Salvo que, como era de esperarse, estamos en Londres y se maneja del lado opuesto al que estamos acostumbrados. Y bueno, también tiene algunos temitas con el tráfico, como era de esperarse, a los que deberemos habituarnos si queremos movernos con facilidad por las intrincadas callejuelas de la ciudad de la niebla.
El hackeo
En cuanto al hackeo y el uso de gadgets, es uno de los atractivos particulares que tiene esta franquicia. Existe una suerte de puzles ambientales creador para superar por medio del uso ciertos dispositivos como el dron araña, por ejemplo, que es, a mi criterio, el dispositivo más útil que tiene el juego. Otra de las cosas que más me agrado es poder hackear drones de carga y volar por el aire, lo cierto es que es de las cosas más entretenidas del juego.
La progresión de personaje/personalización dependen directamente de la cantidad de recursos (tecnología) que vayamos obteniendo. No hay sistema de leveleo. Desde el principio, uno de nuestros compañeros llamado “Bagley” (una IA super avanzada que hará las veces de guía y comic relief) nos insiste en que, si necesitamos hacer un trabajo de tiempo medio, por ejemplo, como repartidor de paquetes, sería conveniente para juntar fondos para la causa.
Luego existen muchas otras alternativas para obtener fondos. La clásica de todos los juegos de estilo “Heist” (Robo de botín), ayudar a alguna que otra persona, misiones secundarias, hacer jueguitos con la pelota de fútbol en la plaza (no es chiste) y mi favorita: hackear drones de reparto y robar sus contenidos.
Cabe aclarar que, como tantos otros juegos de Ubisoft, existe un apartado de mundo abierto bastante lleno de lugares y recovecos para explorar, collectibles que encontrar, historias para leer y por supuesto, equipamiento y disfraces para nuestros miembros del grupo hacktivista underground.
Por supuesto, nos vamos a encontrar con mecánicas familiares Por momentos la jugabilidad parece la de un viejo título de assasins creed: explorar el mapa, liberar zonas, encontrar agentes que se unan a nuestra causa. Un poco más de lo mismo en ese sentido, pero no está tan mal. No tan repetitivo como pareciera al pincipio.
Y bueno, también aquí vamos a encontrarnos con microtransacciones y personajes “especiales” adquiribles por medio del mercado del juego con In-Game Currency (sip, más microtransacciones). Pero bueno, cada cual es libre de jugar como quiere. Cabe aclarar que el pase de temporada ya viene con 3 agentes especiales: Lince, Serpiente y Leopardo. Estos no están generados proceduralmente y tienen un poco más de “personalidad”.
El reclutamiento en Watchdogs: Legion
Además podremos reclutar a ciertos agentes especiales cuando liberemos ciertos distritos de las garras de la corporación Albión. Así que ya saben: si quieren lanzar abejas electrónicas, moverse por la ciudad en un coche al más puro estilo 007 o reclutar a una punk-rocker super violenta con un bate de beisbol con púas, es cuestión de hacer misiones, hackear carteles de propaganda corporativos y buscar hasta que encontremos a los agentes “especialistas”, cada uno de los cuales, posee como ya mencionamos anteriormente, ciertas habilidades y armas únicas.
En cuanto a la IA de los enemigos, si bien existe un nivel de dificultad personalizable, estos parecen ser bastante inoperantes. Estamos peleando contra una megacorporación de contratistas de seguridad llamada Albión que se está tomando el trabajo de vigilar y castigar un tanto muy en serio. Y a veces pasan cosas. Cosas como, por ejemplo, que, si le bailas en la cara a uno de los que cuidan la entrada a un área restringida, este te abre la puerta y se queda bugueado. O cuando utilizas algunas de las habilidades especiales del espía, los enemigos se amontonan todos en un área y es muy fácil eliminarlos con una sola trampa.
Y no podíamos cerrar el tema de jugabilidad sin citar los incontables errores de NPCs claves, misiones que se buguean, objetivos de misión que no aparecen y tantas otras cosas más. Pero honestamente, a esta altura, ver cosas así en un juego de Ubisoft ya no me sorprende en absoluto.
Llegando a la conclusión, Watchdogs: Legion es, sin duda alguna, una propuesta interesante. Desde el diseño de la ciudad de Londres, su representación y el hecho de que podemos jugar siendo cualquier ciudadano que veamos en la calle, le añaden un atractivo bastante notable.
Cabe destacar además un buen desarrollo de la trama, especialmente el trasfondo de mundo, donde hasta los programas de radio son interesantes de escuchar. Brindan mucha información de contexto sobre lo que está pasando y no son ridículas repeticiones que suenan cada vez que te subís a un vehículo, como pasa en otros juegos de estilo Heist.
La música esta buena. Se nota mucho la influencia del punk rock y el rock clásico. Los pubes y los lugares emblemáticos tienen su propio background sonoro, muy característico. Muy bien logrado.
La historia es interesante, está bien planteada, el flujo de la trama no se interrumpe a pesar de que te paseas por todo el mapa de mundo abierto y eso cabe destacarlo. Muchas veces con los juegos de Ubisoft pasa que te perdés haciendo miles de cosas en el open world y la trama se deja muy de lado, pero en este caso, te lo plantean como una forma de ir buscando recursos, aliados, gente que se una a la legión de hackers para pelear contra una mega-conspiración de un gobierno fascista. Nada simple.
Si da algo de pena que cada personaje que usamos, aunque tiene una breve reseña sobre su vida personal y su trabajo, hobbies o cosas por el estilo, no se siente como un habitante de Londres real, salvo las excepciones (los agentes de más alto rango, que parecen estar hechos especialmente y con cuidado) los diálogos con ellos pueden resultar por momentos divertidos y por otros, un tanto extraños. Parece como si todos hablaran con el mismo disco rayado. Pero bueno, procedural es procedural. Punto.
El apartado gráfico es notable. Los efectos visuales, las luces de la ciudad, todo mínimo detalle está cuidado. Un paseo en dron por los aires de la ciudad de Londres puede resultar una experiencia tanto divertida como relajante. Lo mismo un paseo en bote por el Tamesis. Salvo algunos detalles mínimos como los follajes de los pastos y los árboles, que, si somos justos, ninguna compañía de juegos ha logrado representar con gran nitidez por ahora. Nosotros no vamos a ponernos tan en exquisitos, ¿verdad?
Las cosas que si restan al juego son los tan molestos bugs. De misiones, de IA, de objetos y objetivos. Algunos de terrain, especialmente en los casos que toca explorar con el dron araña pueden ser lo más frustrante del juego. Cosas que restan.
Y las microtransacciones y el pase de temporada, que, a mi parecer, están totalmente de más. Restaría probar el multiplayer para saber bien como es la experiencia, que, si es similar a otros juegos de este estilo, probablemente estará limitada a entre 2 y 4 jugadores. Pero aún no ha salido, habrá que esperar hasta el 3 de diciembre.
Más allá de algunas reservas. El juego está bueno. Si les interesan las mecánicas de mundo abierto, los juegos de tipo “Heist” y la serie Watchdogs entonces es un juego para ustedes, con unas mecánicas interesantes y más allá de algunos errores, jugable y divertido. Recomendable para los que disfrutan de los mapas llenos de collectibles, la exploración y trolear al enemigo durante horas usando dispositivos a larga distancia.