Matar por matar, la gran atracción, y el gran defecto de Hatred.
El revuelo pasó, los miedos que tenía la sociedad sobre jugar este juego y que después todos nos volvamos unos asesinos quedó atrás y ahora, con el polvo por fin asentándose, es cuando finalmente vamos a poder ver que había de tras de todos esos títulos amarillistas y preocupaciones de las madres por sus hijos.
El juego es simple, sos un ‘renegado’ de la vida, desprecias la sociedad y no crees que ésta merezca seguir existiendo. Tu objetivo es morir de la forma más caótica posible, y eso implica llevarte a la tumba a todas las personas que te encuentres en tu raid asesino.
Ya sé que eso puede parecer simplificar un juego, pero es… eso. Ni mucho más, ni mucho menos. Ahora, no quiero parecer quejoso, pero hay juegos que deciden dejar de lado la historia, para solamente brindarnos una gran experiencia multijugador, por ejemplo digamos, Titanfall. Otros juegos hacen al revés, dejan de lado el multijugador para darnos una historia atrapante y una experiencia de juego única, léase “The Last of Us”, “Half Life”, etc. Hatred no sólo dejó de lado el multijugador, sino que también dejo de lado la historia, y poco nos dejaron para analizar.
La jugabilidad no es mala, es diferente a la mayoría de los juegos que he jugado, pero cae bajo la calificación de twin-stick shooters, básicamente para consola, con un stick o WASD en el teclado manejás el movimiento del personaje, y con el mouse, o el otro stick manejás la mira con la posibilidad de apuntar moviendo la mira alrededor de la pantalla.
Vamos a rescatar algo de Hatred por su bien, y eso es el apartado Gráfico que en mi opinión es muy bueno, la estética por la que se optó ayuda mucho al sentimiento depresivo y furioso que el juego trata de transmitir, todo en una escala de grises muy bien lograda, con colores únicamente en ciertos carteles de neón que están sobre algunos locales de los escenarios, y en algunos objetos con los que se puede interactuar, garrafas de gas las cuales explotan con facilidad luego de unos tiros, liberando una explosión a puro color que deja entrever otro de los puntos fuertes de este juego, su motor de física, que cuando funciona, es sumamente espectacular. Casi todo lo que se ve se puede destruir, incluyendo paredes, automóviles, y personas. Eso da una libertad muy entretenida a la hora de arrasar con el mapa, lo que hace que este motor físico se lleve uno de los pocos aplausos que este juego merece, pero como dije, sólo cuando funciona. Y eso no quiere decir casi-siempre, por lo contrario, usualmente no lo hace muy bien.
Uno de los principales problemas de este juego es su inteligencia artificial, siendo que este es un juego donde estamos tratando de esparcir el terror en la población a tiros y granadas por doquier, que un ciudadano se acerque caminando a ti como si no hubieses matado a 30 personas a tu alrededor, le quita un poco el ambiente al juego, si bien un 80% de las otras personas corren para alejarse de ti, estos errores que siendo un 20% no son pocos, matan un poco el ánimo del juego. Y estos errores no solo se aplican a los inocentes ciudadanos, sino también a la policía, a veces simplemente no te ves, aunque estés a los tiros detrás de ellos.
Mientras uno juega este título, se enamora de ciertas cosas que luego de jugarlo por más de 30, 40 minutos, empiezan a cansar. Aquí es donde entran las ejecuciones. Cuando herimos a un NPC de muerte y está en agonía, podemos acercarnos a él y darle un tiro final, una patada, o ahorcarlo con el arma para terminar definitivamente con su vida y de esta manera recuperar salud. Estas ejecuciones, las primeras 15 que realizas son espectaculares, pero cuando esta parte del juego se vuelve solamente un acto para recuperar salud, las animaciones de ejecución se tornan repetitivas y terminarás optando por desactivarlas para evitarte la transición cada vez que ejecutes a alguien.
Los mapas son diferentes, pero la estética del juego con su ambientación nocturna, en una paleta de colores que no sale de los grises, hacen que no pueda disfrutarse de esas diferencias, y que una ciudad no sea muy diferente a una zona poblada de un barrio de los suburbios, o éstos muy diferentes a una zona de vacaciones cerca del mar.
Las variedades de armas no son grandes, con no más de 7 armas diferentes, y 3 granadas, la monotonía alcanzó incluso a este apartado. Y las municiones se vuelven problemática si uno trata de jugar en una dificultad diferente a Fácil.
Ese es otra cosa, las dificultades no escalan de forma lógica. En fácil las ejecuciones te recuperarán toda la vida, y será demasiado fácil avanzar por los escenarios enfrentándonos con I.A. que ya en las dificultades más altas tenía problemas, ahora con capacidades reducidas, se vuelve un juego de niños.
Y en dificultades más elevadas, Hard, y Nightmare, Los escenarios requerirán que los repitas de formas incansables hasta poder superar la cantidad innumerable de policías que patrullaba un vecindario cualquiera de EE.UU. Y en caso de morir, solo podrás reaparecer en los ‘checkpoints’ que activaste en el mapa mediante la compleción de ciertas ‘hazañas’ como llevar a la ruina un supermercado, o arruinar la fiesta de algún vecino. Misiones que algunas veces no podrás completar porque alguna I.A. se buggeó, y no te permitirá matarla.
Hay centenares de juegos donde uno mata inocentes, pero este juego lo convierte en algo tan básico que sorprendentemente hace que pierda la gracia, o el morbo, o la violencia incluso. Hacerlo tanto, de una manera tan repetitiva cansa, y se pone viejo rápido. Les prometo que si al terminar de leer esta review empiezan a jugar este juego, los primeros minutos se pensarán que estuve loco y que el juego es excelente, puesto que eso mismo pensé yo cuando me lancé a jugarlo. Pero una vez que empiecen a avanzar por los niveles que entre ellos se sienten parecidos, empiecen a asesinar de la misma forma a las personas con ejecuciones muy similares entre sí, y empiecen a fijarse un poco más en los detalles que este juego carece, se darán cuenta de que la premisa se comió al juego. La falta de historia, argumento, trasfondo, no nos dan tiempo a encariñarnos con el personaje, no nos deja entenderlo, ni nos da un cuadro para que nosotros creemos nuestra propia historia si quisiéramos.
El juego logró lo que quería, estar en boca de todos, pero es una lástima que no vaya a quedarse ahí por mucho tiempo, si a una premisa tan impactante como la de un asesino renegado como este no lo acompañaste con nada más, será muy fácil que sea reemplazado por juegos que nos brindan lo mismo, con mejoras en todos los apartados aquí nombrados.
Un saludo a todos, y recuerden que esto es una review, en la que uno trata de ser lo más objetivo posible. Si creen que este juego puede gustarles, no duden en comprarlo, y pruébenlo por sí mismo.