Primera mirada y diseño
El diseño del Voyager Go es muy elegante y sobrio, cuenta con una carcasa de aluminio negro, en la cual encontraremos el logo de Corsair en 3 de los 4 lados disponibles. En una punta tenemos simplemente un orificio para que pueda conectarse a un puerto USB 3.0 o 2.0, y en el otro tenemos una tapa intercambiable para poder conectarlo al Micro-USB de nuestro smartphone o tablet. Además cuenta con una pequeña correa para poder colocarlo junto a nuestras llaves, para tenerlo siempre a mano y de paso evitar que se pierda.
El pendrive es bastante pequeño, tiene solamente 37mm de longitud, 12mm de ancho y pesa 6 gramos, lo cual hace que no se torne incómodo cuando utilicemos el celular teniendo conectado el Voyager Go. Un detalle que notamos durante su funcionamiento es que no tiene un LED indicador, por lo que no sabremos cuando esta en actividad y cuando no, pero bueno, son detalles menores.
Acá lo tenemos conectado a nuestro smartphone, pueden ver que no es muy molesto ya que cuando lo sujetamos lo hacemos por los laterales del celular y no por la parte de abajo, y si entramos a ajustes podemos ver que esta conectado y nos proporciona 28.86GB (32GB).
Esto se torna MUY útil sobretodo en dispositivos a los cuales no se les puede agrandar la memoria interna, como por ejemplo el Moto G o algunas tablets, los cuales suelen traer generalmente 8GB o 16GB para poder guardar fotos, videos y música además de las aplicaciones que tenemos instaladas, y suele suceder en muchos casos que a la larga nos quedamos cortos y no hay vuelta atrás, solo podemos empezar a borrar archivos o pasarlos a nuestra PC pero si queremos reproducirlos en nuestro smartphone debemos transferirlos nuevamente, y eso es algo muy tedioso. Es por eso que el Voyager Go es una solución excelente en estos casos, ya que podemos guardar en el nuestra música, fotos o videos, y cuando queramos reproducirlas lo conectamos al celular y listo.